Nuevas técnicas de reducción del ruido para aeronaves
El gas de escape de los motores a reacción con turbina de gas se utiliza para la propulsión. Para conseguir el empuje adecuado, los gases de escape son acelerados a través de toberas propulsoras. Las emisiones de ruido turbomecánico (generado por la turbina del motor y el ventilador) a través de las toberas de derivación y la central son una fuente importante de ruido en las aeronaves modernas a la que no se le ha prestado hasta ahora la atención debida. Investigadores europeos se ocuparon de este aspecto gracias a la financiación aportada por la Unión Europea al proyecto Turnex («Emisiones de ruido turbomecánico a través del escape del motor»). El consorcio trabajó en métodos experimentales y modelado numérico para poder predecir las emisiones de ruido del ventilador y la turbina. Una mejor comprensión de la física de la generación del ruido asociado a geometrías de componentes específicas, especificaciones de motores y flujos de aire, facilitaría una evaluación fiable de conceptos de reducción del ruido. Los científicos de Turnex realizaron ensayos experimentales de geometrías con modelos a escala de sistemas de escape de motores convencionales. También estudiaron conceptos innovadores de reducción del ruido, incluidas nuevas configuraciones de las toberas. Todos estos datos conformaron un marco de trabajo sólido para la validación de modelos. El consorcio realizó avances significativos en modelado numérico y llevó a cabo un estudio paramétrico de los efectos de los parámetros geométricos y de flujo en una configuración de motor a escala real. Finalmente, utilizando modelos y datos de validación, el consorcio evaluó diversos métodos para estimar los niveles de ruido. Los resultados deberían beneficiar a las instalaciones europeas de pruebas de ruido de ventiladores. Los conocimientos generados por el consorcio Turnex deberían ser de especial importancia para los fabricantes aeroespaciales, ayudándoles a diseñar sistemas más silenciosos para reducir la contaminación acústica. Además, reducir la contaminación acústica de las aeronaves, especialmente durante el despegue y el aterrizaje, contribuiría a conseguir que la población fuera favorable a la construcción de nuevos aeropuertos, impulsando la creación de empleos relacionados con el transporte aéreo.