Modelización de las interacciones entre la superficie terrestre y la atmósfera
Los modelos de biosfera terrestre de última generación precisan de un conocimiento más detallado de los procesos que tienen lugar en la superficie del planeta. El proyecto financiado con fondos europeos JULIA contribuyó a cubrir lagunas entre la ciencia dedicada a la observación y la modelización de procesos de la biosfera a gran escala con un nivel de precisión apto para su empleo en un modelo de sistema terrestre. Dos de los ámbitos más importantes a aclarar eran las interacciones entre las plantas y el suelo y los factores que determinan los flujos hídricos de la cubierta arbórea. Ambos aspectos influyen sobremanera en los flujos de la superficie terrestre, la productividad de los ecosistemas y la retención del carbono a largo plazo. El equipo científico utilizó mediciones de flujos, características de las plantas y resultados de distintos estudios de vigilancia de ecosistemas para crear modelos informáticos complejos de la biosfera. Era de especial interés para el proyecto JULIA averiguar la función del ciclo del nitrógeno en el sistema climático y su influencia en el ciclo natural del carbono. Su equipo científico evaluó además la influencia del nitrógeno resultante de las actividades humanas en los flujos terrestres de gases de efecto invernadero. Los estudios mostraron que es necesario destinar más medios para mitigar el cambio climático, pues la capacidad de retención del carbono de la biosfera terrestre es menor a la calculada anteriormente. Además, la gestión del nitrógeno influye en gran medida en el control de los cambios producidos en el sistema climático por la actividad humana. A partir de este trabajo se redactaron varios artículos sobre el ciclo del nitrógeno, la modelización de la interacción entre las plantas y el suelo y el efecto de la sequía en la cubierta arbórea. Los resultados se incluyeron en un sistema modelo utilizado en el proyecto internacional Global Carbon que proporciona datos al Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) para su Quinto Informe de Evaluación (AR5). El proyecto JULIA logró crear una herramienta para medir mejor las interacciones de la biosfera terrestre y el sistema climático y aplicarla a modelos de sistemas terrestres, permitiendo así obtener predicciones más precisas de las condiciones climáticas futuras.