Reportaje - El futuro en la nube
Hace solo unos años, todo aquel que hubiera querido almacenar o procesar una gran cantidad de datos tendría que haber comprado ordenadores, servidores, bases de datos y otras infraestructuras pero, ahora, la computación en nube permite alquilar al instante sólo lo necesario durante el tiempo imprescindible. Con una conexión a Internet se puede acceder a los recursos necesarios tal y como se obtiene electricidad de la red eléctrica sin tener que instalar un generador propio. Los orígenes de la computación en la nube son confusos, pero su descripción es acertada: la nube es amplia, «está fuera en algún lugar» y sus límites son difusos. Abarca todo, desde el simple correo web, o el almacenamiento de ficheros y aplicaciones de uso compartido en línea, hasta los recursos de procesamiento distribuido y programas informáticos como un servicio, accesibles por múltiples usuarios de manera simultánea desde cualquier lugar y momento a través de Internet. Es evidente el enorme crecimiento de la nube y el potencial que tiene para perfilar el futuro de las TIC. Algunas estimaciones consideran que el mercado mundial de la computación en la nube asciende actualmente a unos 30 000 millones de euros y, para 2020, está previsto que se multiplique por seis, llegando casi a 200 000 millones de euros. Con el fin de reducir costes, las empresas optan ahora por la nube y utilizan, según sus necesidades, los recursos a la carta que ofrece en línea la computación en la nube, evitando así la necesidad de establecer centros de datos o instalar otras costosas infraestructuras de TI. Los gobiernos y los ciudadanos están haciendo lo mismo y, cada vez con mayor frecuencia, están utilizando servicios, almacenamiento y herramientas de procesamiento alojados en una ubicación remota para almacenar, gestionar y utilizar los datos. «Actualmente, los usuarios exigen capacidades que van más allá de los meros bits y el almacenamiento básico», afirmó el Dr. Hillel Kolodner, de IBM en Haifa (Israel). «Para satisfacer estas necesidades, hay que cambiar para que cobren importancia los datos, que deben considerarse como un elemento prioritario, cuya relevancia es comparable al poder de la computación en sí misma». El Dr. Kolodner coordina el proyecto Vision Cloud (1), orientado a hacer que las nubes sean más inteligentes. Subvencionado con más de 9 millones de euros de financiación europea, el proyecto está desarrollando tecnología para abstraer el significado de los objetos de datos como son los contenidos de texto, multimedia o programas informáticos almacenados en la nube. Después, los convertirá en objetos inteligentes dotados de abundante información semántica, que sirve para describir lo que son y cómo deben ser manipulados, replicados o asegurados. El objetivo, que se ensayará en aplicaciones diseñadas para sectores como la atención sanitaria, los medios de comunicación y las telecomunicaciones, es mejorar la movilidad de los datos y permitir métodos de computación más eficientes y seguros que potencialmente permitan a terceros proveedores de capacidad de procesamiento la realización en la nube de numerosas tareas informáticas de manera más rentable. Las nubes inteligentes resolverán sin duda muchos de los problemas relacionados con el almacenamiento y gestión de datos, pero los usuarios se encuentran todavía ante el dilema de decidir exactamente qué recursos, servicios y proveedores en nube satisfacen mejor sus exigencias. Investigadores de España, Francia, Hungría, Italia y Rumanía trabajan actualmente en el proyecto Mosaic (2) con el objetivo de desarrollar un sistema de transmisión sencillo de utilizar y que asista a los usuarios a buscar en la nube los servicios que mejor se ajusten a sus necesidades o a adoptar más de un servicio en la nube de manera simultánea si uno no fuese suficiente. «Aplicando la solución Mosaic no será necesario optar durante la fase de diseño por un proveedor en la nube específico sino que cada vez que se utilicen los servicios en la nube se tendrá acceso a los que mejor se ajusten a las necesidades del usuario», afirmó el equipo al cargo del proyecto. Rompiendo barreras Sin duda, hacer que la nube sea más inteligente y fácil de utilizar contribuirá a superar obstáculos, pero quedan todavía algunos que se interponen al desarrollo de los servicios en nube. Depender en gran medida de la nube para almacenar, gestionar y compartir contenidos, aplicaciones y servicios conlleva también riesgos potenciales. Algunos expertos advierten de que un fallo en los sistemas en la nube, como consecuencia de pirateos, virus u otras causas, amenazaría a todas las TIC dependientes y pondría en una situación de riesgo el futuro de Internet. Con el fin de identificar barreras, el proveedor IDC ha llevado a cabo un estudio a instancias de la Comisión Europea: «Cálculos cuantitativos relativos a la demanda de computación en la nube en Europa y posibles obstáculos a su asimilación» (Quantitative estimates of the demand for cloud computing in Europe and the likely barriers to take-up). Según este informe provisional las preocupaciones de los usuarios no obstaculizan del todo su asimilación pero cuestiones como la localización de datos, las competencias judiciales y la seguridad y la protección de datos ralentizan su adopción por parte de las empresas. De ahí que la Comisión Europea se haya comprometido a solucionar los obstáculos al desarrollo de la nube, como son la seguridad, la localización de datos y las competencias jurídicas en materia de datos, así como la portabilidad de datos y las aplicaciones. La Unión Europea, consciente de estos problemas, ha financiado el proyecto liderado por Austria Tclouds (3) orientado a la creación de infraestructuras en la nube de confianza. El proyecto se ocupará de lograr objetivos de seguridad, privacidad y resiliencia de forma económica, simple y ampliable para de esta forma garantizar la continua expansión de infraestructuras, recursos y servicios en la nube en los años venideros. Las actividades del proyecto Tclouds, orientadas a impulsar la privacidad mediante las tecnologías de diseño y la orientación jurídica, deberían contribuir a aumentar el nivel de confianza en las nubes públicas y, además, cuentan con el respaldado del Grupo de trabajo internacional sobre protección de datos en las telecomunicaciones (IWGDPT). Otra de las cuestiones sería si las necesidades van más allá del almacenamiento y la gestión de datos, como son el procesamiento y la ejecución de programas informáticos en la nube o si se pretende que numerosos usuarios ubicados en sitios geográficamente distintos, como es el caso de los comerciales multinacionales, tengan capacidad de acceder y trabajar en colaboración en tiempo real al igual que harían a través de sus propios servidores. Las ofertas en la nube deben continuar evolucionando, o esto también se convertirá en una barrera a la extensión de su uso. «En la nueva generación de aplicaciones prima la interactividad; la gente precisa y desea acceder a y trabajar en ellas en tiempo real, por lo que toda plataforma y todo entorno debe permitir la interacción», explicó Dimosthenis Kyriazis, investigador sénior de la Universidad Técnica Nacional de Atenas (NTUA, Grecia). «Si las aplicaciones son interactivas, la infraestructura sobre la que se asientan debería facilitar la interacción.» El Dr. Kyriazis es el coordinador técnico de IRMOS (4), un proyecto que ha dotado a la nube de funcionalidad en tiempo real mediante una infraestructura innovadora orientada a los servicios. Las herramientas generadas son de código abierto y están a disposición de todo aquel que desee crear aplicaciones de computación en la nube en tiempo real. El proyecto presta especial atención a las garantías de la calidad de servicio (CdS), esenciales en un entorno de trabajo en tiempo real. Formación en la nube El propósito de la financiación europea en materia de I+D es, además, la creación de una nube que cada vez funcione mejor en el futuro, y para lograrlo otro proyecto ha trabajado sobre la CdS. El proyecto Ensure (5) se dedicó al almacenamiento y, más concretamente, al uso de los recursos en la nube para la conservación a largo plazo de los datos digitales de manera segura y protegida, una exigencia básica para muchas empresas y organizaciones. El proyecto se dirige a sectores como la atención sanitaria, los ensayos clínicos y los servicios financieros con el objetivo de demostrar cómo las organizaciones pueden aprovechar de manera segura una infraestructura ampliable, adecuada a los requisitos contractuales, reglamentarios y legislativos, y gestionar la integridad a largo plazo de la propiedad intelectual o de los datos personales. Por otro lado, la accesibilidad de la nube es el objetivo principal del proyecto Venus-C (6). Dirigido principalmente a la comunidad científica y las PYME, el proyecto ha aplicado un enfoque para la nube orientado hacia el usuario con el objetivo de desarrollar recursos en la nube interoperables y ampliables que combinen soluciones de código libre y bajo licencia para aprovechar las mejores opciones de ambos colectivos. Uno de los aspectos innovadores de este proyecto es que el método seguido se ajustó a los requisitos fijados por los propios usuarios finales: veintisiete equipos de toda Europa y quince proyectos piloto seleccionados recibieron financiación inicial de VENUS-C tras la publicación de una convocatoria abierta a la que se presentaron sesenta propuestas desde diecisiete países. Los requisitos formulados por los equipos de los proyectos piloto en relación a la computación en la nube sirvieron como referencia básica para el diseño de distintas aplicaciones como el descubrimiento de fármacos y la ingeniería y la protección civiles. Por otra parte, el proyecto ExtremeFactories (7) se dedica a aprovechar los recursos en nube para permitir a las PYME en red a nivel mundial aprobar procesos de innovación sistemáticos, ayudándoles a convertirse en organizaciones virtuales con vistas a ayudar al diseño, desarrollo y producción de productos. La plataforma ayudará a la colaboración e innovación de las PYME en un entorno en red. La solución abordará las necesidades de las empresas de fabricación y buscará la innovación de productos y procesos. Esta plataforma ofrecerá a las PYME servicios de apoyo para cada una de las fases del ciclo de vida de la innovación, desde la detección de problemas, hasta la aplicación y seguimiento de sus ideas pasando por la obtención y la priorización de las mismas. El proyecto cuenta con una sólida base industrial, que combina los esfuerzos de siete PYME dedicadas a la fabricación industrial. En la iniciativa LinkedTV (8), el equipo procedente de ocho países europeos está generando la convergencia entre la televisión e Internet, para que juntos creen contenidos que ofrezcan una experiencia única, integrada e interactiva. Una nube en línea compuesta por contenidos audiovisuales en red que ofrecerá acceso independientemente del lugar, dispositivo o fuente. La experiencia simulará a la «televisión», tanto si se ve desde un televisor, un teléfono inteligente, una tableta o un ordenador personal. Uno de los ejemplos sería poner a disposición de todos los ciudadanos conectados una biblioteca de películas y archivos documentales para compartir el conocimiento y patrimonios culturales. Por otro lado, los investigadores de la iniciativa Cloud4All (9) están aplicando la computación en la nube de forma innovadora con el fin de impulsar la accesibilidad a esta tecnología entre las personas discapacitadas en el momento y lugar que lo necesiten. En vez de adaptar productos o servicios concretos a una persona con necesidades especiales, la tecnología basada en la nube personalizará de forma automática el producto o servicio en función del perfil de requisitos del usuario activando o aumentando cualquier propiedad de accesibilidad incorporada en el producto o servicio. Esta amplia variedad de aplicaciones constata el gran potencial de desarrollo y explotación que tiene la nube. Como señaló a principios de este año Neelie Kroes, vicepresidenta de la Comisión Europea y responsable de la Agenda Digital: «la computación en nube cambiará nuestra economía. Puede aportar importantes beneficios de productividad a todos, hasta para las empresas más pequeñas y las personas también, y promete servicios seguros y ampliables que ofrecen una mayor eficiencia y flexibilidad a un coste menor». La investigación de la UE está examinando el potencial de las aplicaciones en la nube pero también está eliminando los obstáculos que lastran su desarrollo. Está previsto que la Asociación Europea de Computación en Nube (AECN), presentada por la Comisaria Kroes en enero y dirigida a apoyar en Europa su asimilación, comience a dar frutos en los próximos meses tras recibir una financiación inicial de 10 millones de euros procedentes de la Comisión Europea. Ahora, la Comisión está ultimando la estrategia para la computación en nube (European Cloud Computing Strategy), una vez concluido el muy interesante «Taller sobre la computación en nube» celebrado en junio en Bruselas en paralelo a la Asamblea de la Agenda Digital. Como señaló la Comisaria Kroes, «2012 es el año en el que la nube alcanza la madurez. Vamos a estar preparados». --- Los proyectos mencionados en el presente artículo contaron con fondos del Sexto o Séptimo Programa Marco de investigación. (1) Vision Cloud: «Servicios de almacenamiento virtual para la Internet del futuro». (2) Mosaic: «API de código abierto y plataforma para múltiples nubes». (3) Tclouds: «¿Nubes de confianza? Privacidad y resiliencia para infraestructuras críticas a escala de Internet». (4) IRMOS: «Aplicaciones interactivas multimedia en tiempo real ejecutadas en infraestructuras orientadas a servicios». (5) Ensure: «Capacitación de la sostenibilidad, la usabilidad y la recuperación de conocimientos para dotarlos de valor económico». (6) Venus-C: «Entornos virtuales multidisciplinarios mediante infraestructuras en la nube». (7) ExtremeFactories: «Entorno en la nube para la aplicación de métodos ágiles de gestión que permitan la creación, supervisión y seguimiento de los procesos empresariales de innovación en las PYME industriales». (8) LinkedTV: «Televisión con enlace a la Web». (9) Cloud4All: «Plataformas en la nube dirigidas al código abierto y el acceso universal para todos, incluidas las personas con discapacidades». Enlaces útiles: - el 7PM en CORDIS - Vision Cloud en CORDIS - Mosaic en CORDIS - IRMOS en CORDIS - Ensure en CORDIS - Venus-C en CORDIS - ExtremeFactories en CORDIS - LinkedTV en CORDIS - Cloud4All en CORDIS - Tclouds en CORDIS - «Preparación de la "European Cloud Partnership"» - Digital Agenda Assembly, Cloud Workshop