La colaboración del suelo para controlar las plagas de forma ecológica
Los resultados del proyecto mostraron que la presencia de las rizobacterias no influye en las preferencias de los organismos herbívoros. También quedó de manifiesto que la presencia de rizobacterias no afectaba al rendimiento de los herbívoros especialistas (que sólo se alimentan de una especie de plantas). No obstante, se descubrió que sí que influía en el comportamiento de otros herbívoros más generalistas que se alimentan de distintas plantas. La composición de las sustancias químicas emitidas por los vegetales también puede modificar el comportamiento de los parasitoides. Éstos acaban por destruir a sus huéspedes, por lo que dicha emisión puede ejercer como una defensa indirecta del vegetal. Los investigadores descubrieron que cuando las rizobacterias colonizan las raíces de una planta se producen una serie de cambios en ésta que interfieren en la capacidad de los parasitoides para reconocer a su huésped áfido. El estudio también puso de manifiesto que las acciones de los herbívoros modificaban (en mayor medida) distintos compuestos volátiles en plantas colonizadas por rizobacterias que en las que no presentaban dicha colonización. Estos resultados indican que las rizobacterias del suelo promotoras del crecimiento vegetal son capaces de influir en la acción de los insectos sobre los brotes vegetales. También se estudió la forma óptima de aprovechar estos hallazgos en estrategias a largo plazo para el control de plagas que no se basen en plaguicidas químicos sino en una combinación de prácticas de control biológicas. En el futuro, y para fomentar el crecimiento vegetal, será importante aumentar el empleo de rizobacterias como parte de una estrategia integrada de control de plagas.
