Promover el debate que perfilará el futuro
Las relaciones, sinergias o fusiones entre amplios campos de investigación y desarrollo (I+D), como biotecnología y ciencias de la vida, nanociencia y nanotecnología, tecnologías de la información y la comunicación (TIC), ciencias cognitivas y neurotecnologías, son esenciales para el concepto de tecnologías convergentes (TC). Los debates en torno a los vertiginosos avances en estos ámbitos, que incluyen la robótica y la inteligencia artificial, son fundamentales para examinar el impacto futuro de todas las ciencias e ingenierías. Por tanto, y ante el avance de Europa hacia una sociedad basada en el conocimiento, la comunidad investigadora pertinente debe estar preparada para afrontar y dar solución a una amplia variedad de cuestiones y temas relativos. La acción de apoyo específica (AAE) Contecs («Tecnologías convergentes y su impacto sobre las ciencias sociales y las humanidades») se puso en marcha para facilitar la creación de un programa de investigación relativo a las TC. Los socios del proyecto se propusieron abordar qué funciones podrían realizar las ciencias sociales y humanidades (CSH) dentro del fenómeno de la convergencia tecnológica así como su influencia potencial en su configuración. Se empleó también un enfoque integrado y sistémico con el fin de explorar las siempre importantes implicaciones sociales y éticas de los avances dentro del campo de las TC y las mejores opciones que tienen las CSH de abordarlas. Europa ha adoptado un enfoque basado en la demanda que incluye la cooperación interdisciplinaria, donde las TC se considera que darán respuesta a las demandas y necesidades sociales. Con ello se pretende ampliar el interés sobre el «perfeccionamiento humano», que se cree ha influido en gran medida en el discurso de las TC y suscitado debates en torno a una amplia gama de temas relativos. Contecs estudió los orígenes históricos e institucionales de las TC, centrándose en las visiones del transhumanismo, considerado un instrumento muy eficaz para la realización de esta convergencia. Con este fin, el estudio puso de manifiesto que las decisiones sobre los enfoques de las CSH adecuados para mejorar la comprensión acerca de las TC vienen determinadas por la política ontológica. Por ejemplo, la construcción política de la «nanoconvergencia» en un país en concreto puede revelar el papel fundamental desempeñado por las instituciones de financiación a la hora de fijar el programa pertinente o incluso determinar su contenido y objetivos. El equipo de Contecs señala además que se pueden utilizar métodos de análisis textual para comprender la función de la política ontológica en los debates y discusiones actuales que no responden explícitamente a las visiones de las TC. Es decir, más que contribuir a los debates políticos sobre las TC, formulan cuestiones e inquietudes sobre cómo podrían ser las TC, el trabajo realizado y por quién, y ante qué organizaciones o agencias son responsables los distintos actores. Todos son esenciales para hacer que evolucione el discurso en torno a las TC y constituyen el medio por el cual científicos, académicos y responsables políticos, entre otros, aprenden a articular el discurso sobre este fenómeno. De esta forma, los esfuerzos del proyecto han puesto de manifiesto la importancia de tales debates al contribuir a mejorar la comprensión acerca de las TC.