Energía rentable procedente de la corteza terrestre
Por debajo de la corteza terrestre hay una capa de roca caliente fundida denominada magma que genera calor de forma continua y sostenible. La energía queda atrapada con mayor facilidad en las zonas volcánicas, a menudo situadas cerca de los límites entre placas tectónicas, donde la tierra «agrietada» permite el escape de calor y surgen los llamados «puntos calientes», en los cuales la temperatura del subsuelo es muy elevada, suficiente para calentar los fluidos presentes y generar vapor. El proyecto I-GET («Tecnologías integradas de exploración geofísica para sistemas geotérmicos de fracturas profundas») se diseñó con el fin de desarrollar métodos innovadores de exploración geotérmica destinados a minimizar los costes de exploración y de perforación, que suponen un 60 % de la inversión total en una instalación geotérmica. Con el fin de desarrollar modelos aptos para detectar fluidos y/o vapor antes de perforar, los investigadores evaluaron los métodos de exploración empleados en el sitio de pruebas de Travale (Italia), el centro volcánico de Hengill (Islandia) y el pozo de investigación geotérmica Gross Schoenebeck (Alemania). Los investigadores de I-GET emplearon una combinación de perfiles sísmicos, datos magnetotelúricos (MT), sondeos electromagnéticos transitorios (TEM) y mediciones geofísicas con el fin de generar modelos de reservorios. Los modelos permitieron comprender en más detalle los procesos geotérmicos y formar un modelo tridimensional (3D) de la estructura de la resistividad (inversamente relacionada con la capacidad para conducir calor) del reservorio de Hengill que reveló la presencia de conductores profundos (a 3-9 km) por debajo del sistema geotérmico. Los investigadores complementaron los estudios sobre el terreno con estudios experimentales del comportamiento físico de las rocas simulando las altas presiones y temperaturas de los reservorios y con mediciones magnetotelúricas de audiofrecuencia con fuente controlada (CSAMT). Integrando los datos experimentales y teóricos, el equipo creó mapas estructurales y de resistividad de las áreas de interés de cara a investigaciones geotérmicas que indicaron resistividades menores (mayor capacidad de conducción del calor) en las zonas central y sureste de la región. I-GET ha desarrollado con éxito modelos que permiten identificar regiones geotérmicas con potencial de alta conductividad del calor sin necesidad de realizar perforaciones. Teniendo en cuenta que la perforación y la exploración suponen más de la mitad del coste de la inversión en las instalaciones de energía geotérmica, la aplicación de los resultados del proyecto podría mejorar de forma notable la competitividad económica de la energía sostenible geotérmica. Ello también repercutiría positivamente en el empleo en Europa, los costes para los consumidores y el medio ambiente.