Rediseñando el motor del coche
Un buen motor diésel hace tiempo que se considera más eficiente que uno de gasolina, pero todavía existe preocupación a largo plazo por sus emisiones. Basándose en una tecnología de vanguardia de motor diésel de inyección directa (ID), el proyecto NICE («Nuevo sistema integrado de combustión para los motores de los futuros automóviles»), financiado por la Unión Europea, ha desarrollado nuevos sistemas de combustión para otros combustibles. Entre estos se incluye la gasolina, el gas natural comprimido (GNC), combustibles sintéticos a partir de biomasa y combustibles biogénicos, los cuales, en teoría, pueden alcanzar eficiencias excelentes de conversión del combustible con unas emisiones muy bajas. Para alcanzar sus objetivos, NICE trabajó en la convergencia de varios componentes y tecnologías como la turboalimentación o la ID, así como series de válvulas variables y de ID. Los biocombustibles y el GNC generan una emisiones muy bajas de dióxido de carbono (CO2); el proyecto necesitaba esto mismo pero para motores diésel. Para ello, realizaron experimentos con un proceso de combustión del diésel con carga homogénea y encendido por compresión (HCCI), lo que demostró tener un gran potencial de éxito. En paralelo, NICE trabajó en motores diésel variables de encendido por compresión y de encendido por chispa, para mejorar la eficiencia de la conversión del combustible y funcionar con biocombustibles o biocombustibles mixtos. Otro reto abordado por el equipo del proyecto fue probar los futuros motores de combustión interna de GNC. Estos motores de gas natural optimizados podrían reducir el consumo de combustible y las emisiones. Una parte importante del proyecto comprendía el desarrollo de herramientas de dinámica de fluidos computacional (DFC) para modelar y apoyar un desarrollo más avanzado de nuevos procesos de combustión. En términos generales, el proyecto llegó a la conclusión de que en el futuro se necesitarán varias tecnologías diferentes de motor. Los motores de gasolina mejorarán mucho gracias a la turboalimentación y a la reducción de su tamaño de 2 litros a 1,4 litros, lo que resultará en un consumo de combustible un 15 % menor. La combinación de muchos otros avances tecnológicos como la turboalimentación, la ID y los combustibles pobres, también podría hacer realidad un ahorro de combustible del 20 % respecto a la tecnología actual más moderna. Cabe destacar que NICE también llegó a la conclusión de que cualquier aumento en la eficiencia del motor solo sería posible mediante una hibridación global de elevado coste, algo que no es viable en este momento. Además, aunque los resultados del proyecto son impresionantes, es posible que, en conjunto, no permitan cumplir las exigencias que se estudian actualmente en relación a las emisiones de dióxido de carbono (CO2). No obstante, NICE ha realizado avances tecnológicos considerables en colaboración con muchos fabricantes de automóviles, y es probable que los resultados den lugar a mejores coches durante los próximos años.