Apoyo a la innovación agrícola en zonas de secano
Es habitual considerar que las zonas áridas son incapaces de proporcionar medios de subsistencia. Sin embargo, la población de las zonas áridas africanas ha demostrado una asombrosa fortaleza, siendo su principal fuente de alimentos el cultivo de la tierra y los pastos para consumo de su ganado. Si bien la economía africana está fundamentada en la agricultura, es escaso el dinero invertido en este sector. El proyecto AIDA («Liberar el potencial de la agricultura en las zonas áridas de África para combatir el hambre») se diseñó para impulsar actividades de investigación y facilitar el desarrollo de las zonas áridas rurales de África apoyándose en la resistencia de su población y en su buena predisposición a las innovaciones. Los investigadores de esta iniciativa identificaron proyectos anteriores de éxito y evaluaron las claves de éste con el fin de formular recomendaciones normativas e impulsar la inversión en innovaciones agrícolas. Centraron sus esfuerzos en los sistemas agrícolas familiares y en las actividades correspondientes, evaluando los criterios necesarios para alcanzar la sostenibilidad desde el punto de vista social, cultural, medioambiental y económico. Pese a la dificultad de diseñar un método genérico para la inversión en el desarrollo sostenible, los investigadores sí lograron crear una base de datos de proyectos de desarrollo eficaces y una plantilla modelo para la evaluación de proyectos futuros. Evaluaron casos prácticos y probaron hipótesis alternativas en las poblaciones escogidas aplicando técnicas de diagnóstico rural participativo (DRP) y ensayos sobre el terreno. El equipo de AIDA se esforzó por difundir los resultados del proyecto por medio de congresos, un sitio web especializado y el recurso frecuente a los medios de comunicación para llegar hasta la opinión pública. Resumiendo, el proyecto AIDA dio lugar a una base de datos de innovaciones eficaces en pro de una agricultura sostenible en zonas áridas de África, a un marco en el cual analizar proyectos y dirimir la prioridad de distintas opciones para lograr una aplicación con garantías, y a informes políticos que impulsaron el desarrollo de políticas y la financiación del pilar agrícola de la economía africana. Por todo ello, se espera que AIDA logre un impacto considerable y favorable para la agricultura sostenible en las zonas áridas de África, contribuyendo así a reducir la pobreza y el hambre en una región caracterizada por su resistencia a las sequías y al cambio climático, así como por asignaciones presupuestarias limitadas.