Una vigilancia estrecha a la actividad sísmica en el Mediterráneo
Estos países ribereños forman parte de una región propensa a los terremotos. Al mismo tiempo, muchos de ellos carecen de los conocimientos y de la tecnología que se necesitan para vigilar y medir terremotos o para evaluar los riesgos que plantean. El proyecto financiado con fondos europeos Eerwem («Seguimiento de terremotos y riesgo de estos en el Mediterráneo occidental») puso en marcha una importante plataforma de comunicación entre las comunidades sismológicas de Europa y el norte de África. Así, este proyecto asegura un intercambio más eficaz de resultados y una vigilancia constante del sistema tectónico de la zona de colisión Eurasia-África. En España se celebró un taller amparado en el proyecto al que acudieron investigadores de destacados observatorios y centros europeos dedicados a la sismología. En él se trató la cuestión de cómo integrar el rápido intercambio de datos europeos en la recién creada infraestructura de institutos sismológicos en el Mediterráneo occidental. Los asistentes, entre los que también había representantes de varios países mediterráneos, incluidos Argelia, Libia, Mónaco, Marruecos y Túnez, departieron sobre la actividad sísmica y los riesgos correspondientes para esta región. Además, este proyecto dio impulso al establecimiento de vínculos entre el Sistema de sistemas de observación de la Tierra (GEOSS), el sistema de Vigilancia Mundial del Medio Ambiente y la Seguridad (GMES) y el Sistema de Alerta Temprana contra los Tsunamis y Atenuación de sus Efectos en el Atlántico Nororiental y el Mediterráneo y Mares Adyacentes (NEAMTWS). Seguidamente se suscribió un memorándum de acuerdo relativo al incremento de la cooperación mundial y a la formación de una red regional de vigilancia de terremotos, así como al objetivo de facilitar el acceso a tecnologías avanzadas. Dicho memorándum fue firmado por dieciocho institutos de diez países y de él saldrán una cooperación más estrecha, numerosas visitas de carácter técnico entre observatorios sismológicos y un gran número de artículos científicos sobre la materia. Se consideró que el proyecto consiguió alcanzar sus objetivos de manera muy satisfactoria y que gracias a él se mejoró la infraestructura de vigilancia disponible en muchos de los países. Cabe destacar que entidades regionales de Argelia, Marruecos y Túnez sentaron las bases necesarias para poner en marcha un sistema de alerta ante maremotos para el Mediterráneo occidental. De este modo, ya ha empezado a tomar forma una estrategia sismológica a largo plazo para esta región.