La revolución inalámbrica al servicio de la sanidad
La informática puede aportar beneficios considerables a regiones en vías de desarrollo. Buen ejemplo de ello es el proyecto OLPC («Un portátil por niño»), puesto en marcha por el MIT Media Lab (Estados Unidos), que se dedica a proporcionar ordenadores portátiles de bajo coste a niños y tiene como fin capacitarles poniendo a su alcance medios educativos. Ahora en Europa otra iniciativa sigue los pasos de OLPC tratando de aumentar la disponibilidad de equipamiento médico en zonas del mundo desfavorecidas y remotas. Se trata del proyecto europeo CLAP («Algoritmos entre capas para la salud personalizada»), que trabaja en el desarrollo de una red inalámbrica de sensores (WSN) configurada para detectar signos vitales y prestar servicios sanitarios, un objetivo que complementa la función realizada por los equipos facilitados por OLPC. Se trata de una tecnología ideal para examinar la salud de pacientes, incluida la tensión arterial y la función cardíaca, sea en un entorno ambulatorio, como un centro de salud, o incluso en una vivienda. CLAP se dedica a desarrollar un prototipo basado en el concepto de OLPC, empleando tecnologías inalámbricas de bajo consumo y bajo coste, que permite mejorar la comunicación entre zonas rurales y administraciones centrales y acerca las primeras a una tecnología más avanzada. La iniciativa, que se enmarca en el ámbito de la llamada «salud personalizada» (p-Health), permite la comunicación entre los portátiles mencionados y diversos aparatos médicos portátiles e inalámbricos, como máquinas de respiración asistida y bombas de infusión. Una comunidad interconectada mediante OLPC puede facilitar la gestión de enfermedades y el control de la salud en una población más amplia mediante el seguimiento, el procesado y la transmisión de parámetros personales, medioambientales y del entorno. En la actualidad, los sistemas de pHealth presuponen un entorno tecnológico avanzado, pero este proyecto está adaptando la tecnología para que funcione con las limitaciones habituales en los países del Tercer Mundo. Así, tiene en cuenta el consumo de energía, el ancho de banda disponible y las limitaciones de procesamiento. El proyecto CLAP ya ha transferido conocimientos sobre las tendencias y la investigación del MIT en relación con las WSN. También ha definido la arquitectura y las funciones que debe tener una WSN para funcionar en el nuevo contexto de pHealth y las prestaciones relacionadas. Resumiendo, se han completado la definición y el análisis de los requisitos del proyecto, condiciones de uso, diseño del sistema y algoritmos computacionales. Los resultados preliminares de CLAP presentan un potencial prometedor y sus responsables planean la instalación y comprobación en fase piloto de este sistema tan novedoso en un país en vías de desarrollo. Se están estudiando distintas ubicaciones posibles, muchas de las cuales son aldeas en las que intervino el proyecto OLPC. Si todo va según lo previsto, la tecnología sanitaria pronto podría resultar más accesible para quienes más la necesitan.