Todos los sistemas en marcha para las tecnologías de propulsión eléctrica
Debido al entorno particular del espacio (temperaturas extremas, vacío, radiaciones, etc.), su exploración requiere disponer de distintos «bloques de construcción» básicos. Entre ellos se encuentran un acceso fiable y rentable al espacio desde la Tierra, aeronaves robustas, la protección frente a rayos cósmicos y llamaradas solares, la generación de energía y los sistemas de propulsión eficientes y fiables. El proyecto «High power electric propulsion: a roadmap for the future» (HIPER) pretendía abordar los dos últimos puntos en un plan de exploración y transporte espacial en el futuro. Estas actividades deben beneficiarse de los avances tecnológicos en las tecnologías de propulsión eléctrica (EP), así como de avances relacionados en la generación de energía en el espacio. El equipo interdisciplinar de HIPER, formado por veinte socios de seis países de la Unión Europea, reunió a especialistas en EP y generación de energía en el espacio. Con el apoyo del conocimiento y la experiencia existentes, los socios del proyecto optaron por centrarse sólo en tres sistemas distintos de EP y en la generación de alta potencia relacionada. Esta decisión también estaba justificada por las ventajas intrínsecas de la tecnología EP frente a la propulsión química tradicional (como los motores de cohetes). La capacidad de impulso específico de la tecnología actual y la eficiencia global son por lo menos un orden de magnitud mayores con sistemas EP que con sistemas de propulsión química. Esto significa que, utilizando EP, se pueden ahorrar cantidades enormes de combustible. Por otra parte, la propulsión química requiere menos energía eléctrica que la EP y funciona mejor en términos de impulso y tiempo de transferencia. HIPER pretendía rellenar los vacíos y conseguir que los sistemas EP sean cada vez más atractivos para cualquier tipo de misión espacial. La división del trabajo del proyecto en cinco áreas principales abarcó el análisis de misiones, los requisitos y las recomendaciones relativas a los sistemas de propulsión, la generación de energía del espacio, el desarrollo de un propulsor de efecto Hall de alta potencia, el desarrollo del motor iónico en retícula de alta potencia y el desarrollo de un propulsor magnetoplasmadinámico (MPDT). Aparte de los avances tecnológicos, el equipo del proyecto también tomó en consideración grandes esfuerzos tecnológicos en el marco de los distintos condicionantes políticos y sociales, tanto en relación con los estados europeos como con estados no europeos. En este sentido, se mantuvieron conversaciones y reuniones con la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de los Estados Unidos (NASA) y otras de las principales organizaciones de dicho país con el fin de compartir los resultados del proyecto y armonizar planes de desarrollo futuros. Esta es una cuestión de importancia estratégica. Como resultado, numerosos centros de investigación, universidades, empresas y corporaciones privadas se reunieron por primera vez con el fin de debatir activamente los pasos necesarios para definir un plan de desarrollo y explotación futuros de la EP de alta potencia. Los esfuerzos del proyecto tuvieron mucho éxito y dieron lugar a una cooperación fructífera entre todos los socios implicados. La aproximación de HIPER previsiblemente allanará el camino hacia un uso generalizado y con éxito de la EP de alta potencia en el espacio. Desde el punto de vista económico, las aplicaciones de la EP de alta potencia reducirán de forma muy importante el coste global de las misiones, tanto en el acceso al espacio, reduciendo el consumo de propergoles para la transferencia a órbitas cercanas a la tierra (NEO), como de los viajes interplanetarios, la elevación de órbita y el control de astronaves en órbita.