Perfeccionar la anestesia
La anestesia general es muy a menudo necesaria para las operaciones quirúrgicas, pero sigue siendo un elemento difícil de la cirugía que debe controlarse muy de cerca. Existe pues una necesidad imperiosa de controlar las concentraciones de anestesia en el torrente sanguíneo del paciente durante la cirugía. El proyecto Intelsens, totalmente financiado por la UE, se propuso desarrollar una nueva forma de controlar los niveles de propofol, uno de los anestésicos más comunes, en los pacientes. El proyecto propone un sensor de gas para detectar niveles traza de anestesia en el aliento del paciente. Actualmente la eficacia de la anestesia con propofol sólo se evalúa conforme a los síntomas que presenta el paciente. Hoy día, aún no es posible detectar las trazas de propofol en el aliento de los pacientes, pero se piensa que, si se consiguiera, mejoraría drásticamente el nivel de control sobre su administración. El equipo del proyecto logró desarrollar un nuevo concepto de medición óptica para analizar las trazas de propofol en el aliento. Se espera que así mejore la calidad asistencial sanitaria, al posibilitar que las dosis se adapten a las necesidades individuales, reduciendo el tiempo de recuperación clínica y los cuidados postoperatorios, así como los costos asociados. Tras la inyección, el propofol se transporta en el torrente sanguíneo y aparecen trazas de la sustancia en el aliento. En estudios de viabilidad médica previos ya se había calculado, mediante espectrometría de masa y cromatografía de gases, el volumen de propofol en partes por mil millones, pero las técnicas no eran aptas para práctica quirúrgica. Después de muchas pruebas para medir el propofol con rayos ultravioletas e infrarrojos, el equipo elaboró la estrategia más óptima para la detección óptica de la sustancia. La tecnología se basó en lo que se conoce como «espectroscopia fotoacústica» (EFA), creada para medir la absorción en el ultravioleta. Durante el proceso, también se utilizó la excitación láser y los investigadores consiguieron desarrollar y poner a punto el equipo. El proyecto, que logró probar la validez del concepto de manera indiscutible, pudo realizarse gracias a la colaboración activa entre físicos, ingenieros químicos, profesionales de la medicina y creadores de sistemas comerciales médicos. Los resultados han despertado el interés de otros institutos de investigación y fabricantes de sistemas industriales. Un proyecto de seguimiento se propuso realizar una evaluación clínica de la técnica EFA para el control en línea del propofol en pacientes sometidos a cirugía. Las nuevas técnicas también han demostrado un gran potencial, más allá de su aplicación actual, en ámbitos como la detección de gases traza atmosféricos, el diagnóstico de enfermedades mediante el aliento, el control de procesos industriales, así como en la detección de contaminantes en fase líquida.