Visión acústica para invidentes
Ya se ha desarrollado software para facilitar la interpretación visual del sonido. Los dispositivos de sustitución sensorial (DSS) captan información visual y la transforman en información no visual. A continuación, un receptor artificial transmite la información al cerebro, donde la persona puede adivinar aproximadamente las dimensiones físicas. Aunque estos dispositivos ayudan a los discapacitados visuales y a los invidentes, en la actualidad no son capaces de proporcionar detalles precisos. No obstante, este proyecto financiado por la UE, Sight to sound, espera evolucionar la tecnología que hay detrás de los DSS y mejorar notablemente la capacidad visual de los ciegos para interpretar el sonido. Para ello sus responsables se proponen combinar las metodologías de imagen por resonancia magnética funcional (IRMf) y de estimulación magnética transcraneal (EMT). La combinación de estas metodologías ayudará a los investigadores a centrarse en «problemas abiertos en el reconocimiento de objetos, la localización de objetos, la percepción sensorial, las interacciones entre modelos y la plasticidad cerebral», escriben los investigadores. Una vez localizados estos objetivos, utilizarán DSS mejorados para inducir al córtex visual a leer e interpretar la información visual. Los DSS mejorados también serán optimizados para favorecer la rehabilitación neuro-oftalmológica. Según los investigadores, el sistema visual se compone de dos flujos paralelos de procesamiento: el flujo dorsal y el ventral. El flujo dorsal analiza los aspectos espaciales de los paisajes visuales y los movimientos de la mano guiados por la vista. Por su parte, el sistema ventral se encarga fundamentalmente de la información relacionada con la identificación de objetos y rostros, según los investigadores. También explican que los ciegos tienen tendencia a usar su córtex visual más a menudo que los videntes. Este descubrimiento podría tener importantes consecuencias porque arroja luz sobre la plasticidad del cerebro del adulto y sobre cómo se organiza, afirman los investigadores. Pero antes Sight to sound deberá comprender mejor la base neuronal de la transformación de información visual en auditiva. Para ello han desarrollado un programa de formación único que enseña a los invidentes congénitos a ver e interpretar imágenes y flujos de información visual. Los participantes empiezan por reconocer formas sencillas como líneas o cuadros. A continuación se aumenta la complejidad de las formas hasta que empiezan a reconocer «objetos, personas y entornos reales, así como su ubicación en el espacio». El trabajo de Sight to sound está fraguando una esperanza tangible. Su investigación, cuando concluya, podría tener implicaciones inmensas en un futuro. Capacitando al córtex occipital para invertir la percepción visual, la restauración de la vista podría un día hacerse realidad.