Monitorización de gases de efecto invernadero a largo plazo
El compromiso de la Unión Europea con la reducción de las emisiones de GEI demuestra su determinación para combatir el cambio climático. Esto se refleja en el proyecto «Integrated carbon observation system» (ICOS), financiado por la Unión Europea, que tiene como objetivo construir una infraestructura para coordinar datos de GEI de África, Europa y Siberia. Se estableció una instalación central, conocida como centro ICOS, responsable de coordinar, calibrar y manejar los datos. Además, se establecieron redes para realizar observaciones atmosféricas y en ecosistemas. El consorcio también financió a un laboratorio central de análisis que proporciona calibración, control de calidad y servicios de análisis atmosférico para toda la red. Además, se creará un centro temático atmosférico para realizar tomas de muestras de aire, procesar datos y desarrollar y mantener instrumentos. Se realizaron observaciones a largo plazo con el fin de obtener una imagen más clara del ciclo global del carbono así como de las emisiones de GEI y los factores que influyen en su composición en la atmósfera. Los socios del proyecto monitorizaron el dióxido de carbono, el metano, el monóxido de carbono y el carbono 14 con el fin de determinar los componentes de los combustibles fósiles. Los investigadores determinaron la eficacia de la captación de carbono y la reducción de GEI en la composición de la atmósfera en su totalidad. Esto incluyó atribuir las fuentes y los sumideros según la región, el sector industrial y el tipo de ecosistema. Gracias al establecimiento del centro temático de ecosistemas (Ecosystem Thematic Centre), el proyecto pudo evaluar cantidades que cambian lentamente como el contenido de carbono en la biomasa y el suelo. Un centro común de datos, el Carbon Portal, proporcionará acceso gratuito a las mediciones de ICOS y otros datos relevantes del ciclo del carbono, en particular de las emisiones debidas a los combustibles fósiles. ICOS mejorará la información sobre los flujos regionales de carbono disponibles para el público general y para quienes toman las decisiones, permitirá invertir más eficazmente en proyectos de infraestructuras y ayudará a mejorar los modelos del cambio climático. Por consiguiente, el proyecto ayudará a mitigar los efectos del cambio climático y mejorar las vidas de los ciudadanos de la Unión Europea.