Aplicación del concepto de química seca a un ensayo de cribado automatizado y rápido para la detección de toxinas
Los residuos de agentes coccidiostáticos en los productos avícolas son motivo de preocupación. A casi todos los pollos criados comercialmente se les han administrado a lo largo de su vida dichos agentes para prevenir las infecciones protozoarias. Por lo tanto, en la carne y los huevos puede haber residuos tóxicos de cuya existencia el consumidor puede ser totalmente inconsciente. Las normas europeas que regulan la seguridad en la cadena alimentaria «del campo al tenedor» prevén el seguimiento de los residuos en los alimentos por parte de los laboratorios nacionales de referencia (LNR). Sin embargo, antes de esta investigación liderada por el proyecto POULTRY-CHECK, la falta de métodos adecuados obstaculizaba la aplicación de las directivas sobre el control de residuos. Como parte de la investigación para corregir esta situación, el equipo del consorcio de la Universidad de Turku (Finlandia) desarrolló un ensayo de detección basado en técnicas inmunoquímicas y de fluorometría en tiempo retardado. El ensayo estaba destinado originalmente a la detección de tres de los principales coccidiostáticos de uso industrial. Gracias a la utilización de anticuerpos policlonales altamente específicos se hizo posible un nivel de precisión superior. El ensayo de cribado es muy rápido, tarda unos dieciocho minutos por muestra, gracias a la utilización de un inmunoensayo «todo en uno» con técnicas de química seca. Todos los reactivos en seco están contenidos en los pocillos de las placas de microtitulación. El inmunoensayo se realiza en un solo paso y es extremadamente simple para el usuario final, ya que sólo hay que añadir la muestra. Además, el concepto de química seca también posibilita la automatización del protocolo con sólo añadir un inmunoanalizador. La nueva tecnología de fluorometría en tiempo retardado utiliza quelatos de lantánidos intrínsecamente fluorescentes que proporcionan un ensayo muy sensible con estabilidad química y que además se puede automatizar. Además, dada la falta de fluorescencia de fondo, la señal se puede medir directamente a partir de la superficie de fase sólida sin necesidad de ninguna mejora de señal. Los ensayos han sido validados de acuerdo con la Decisión de la Comisión correspondiente y es previsible que ofrezcan la exactitud, rapidez y simplicidad exigidas para la detección de agentes tóxicos en toda la cadena alimentaria. Una ventaja añadida es que el diseño básico del ensayo se puede adaptar para poder utilizarlo con otros residuos tóxicos.