Sustitutos cutáneos gracias a la bioingeniería
Los injertos de piel autólogos y alogénicos, consistentes en el trasplante de piel de una zona a otra del propio donante o de otro receptor genéticamente diferente, son métodos empleados actualmente para el tratamiento de defectos en la piel. En relación con los ocasionados por quemaduras o úlceras crónicas se están buscando técnicas alternativas debido al escaso número disponible de donantes de tejidos y a los riesgos de contagiar infecciones. El proyecto INTELLISCAF se ha propuesto mejorar la cirugía reconstructiva de la piel mediante sustitutos cutáneos que incluyen componentes dérmicos y epidérmicos. En un intento de crear equivalentes de piel con un grosor real se investigó el uso de polímeros sintéticos biorreabsorbibles. Entre los polímeros que destacan por su capacidad de degradación, el ácido poliláctico (PLA) y el óxido de polietileno (PEO) demostraron poseer un gran potencial como dispositivos terapéuticos temporales. Las películas elaboradas a partir de los copolímeros PLA/PLEO se degradaron rápidamente en el cuerpo humano y permitieron que el material de apoyo extraño se eliminara durante la regeneración del tejido cutáneo. El uso de polímeros sintéticos, además de limitar el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas, también permitió que se pudieran ajustar sus propiedades mecánicas para adaptarse a las necesidades de los profesionales clínicos y de los tratamientos. La proliferación y adhesión de células de piel humana en las láminas poliméricas recientemente creadas fueron evaluadas por medio de ensayos basados en el método MTT y un microscopio electrónico de barrido. El óxido de polietileno resultó ser un material adecuado para cultivar fibroblastos que sintetizan el colágeno, principal componente estructural de la dermis. Además, la adhesión mejorada que proporcionaron los fibroblastos pareció prometedora al aumentar las posibilidades para tratar los queratinocitos que forman la epidermis. El Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS) ha protegido la tecnología que sintetiza las películas de los copolímeros PLA/PEO con una patente. Para el futuro confían en que se puedan retirar paulatinamente los actuales injertos autólogos y alogénicos de piel para dar paso a los implantes poliméricos que guían la adhesión celular al tejido cutáneo para su regeneración.