Armas genéticas contra la resistencia bacteriana
La resistencia a los antibióticos es un motivo de gran preocupación a escala mundial. Los países de renta baja deben afrontar una situación particularmente grave debido a la combinación de malas condiciones sanitarias y el uso irracional e incontrolado de antimicrobianos. Por lo tanto, existe una alta prevalencia de la resistencia a los antibióticos en estos países con escasos recursos, lo que constituye una amenaza constante para la salud de la población. El consorcio del proyecto comunitario ANTRES decidió basar su estudio en comunidades tanto urbanas como rurales de Bolivia y Perú en las que siguió de cerca el uso de antibióticos y los consiguientes niveles de resistencia a los mismos. El equipo del proyecto en el Ospedale le Scotte de la región de Toscana (Italia) se centró en el desarrollo de herramientas moleculares para investigar mecanismos de resistencia. Los científicos realizaron experimentos con el fin de encontrar genes de resistencia a las clases de antibióticos más comúnmente utilizadas: beta-lactámicos, tetraciclinas, sulfonamidas, trimetoprimas y fenicoles. En las bacterias gram-negativas, la resistencia a los aminoglucósidos se asocia normalmente con los integrones, así que el protocolo de detección se diseñó teniendo en cuenta este factor. Mediante la reacción en cadena de la polimerasa se amplificaron matrices de casetes génicos de integrones que incluían promotores para las regiones conservadas de los integrones. En ocasiones se añadieron promotores para los genes más comunes de resistencia a los aminoglucósidos. A continuación se secuenciaron los genes de resistencia descubiertos. La propagación de la resistencia a los antimicrobianos se puede atribuir a la transferencia de plásmidos durante la conjugación bacteriana y a la capacidad de replicación del ADN circular extracromosómico. El equipo adaptó los protocolos existentes para elaborar una metodología que permita caracterizar los tipos de plásmidos replicones y aumentar los conocimientos sobre la propagación de la resistencia. La gran cantidad de datos acumulados en el estudio también sirvió para perfeccionar un método de genotipado, igualmente desarrollado a partir de protocolos existentes, con el que se podrán investigar las relaciones clonales entre las cepas de Escherichia coli resistentes a los antibióticos aisladas. El objetivo general del estudio era proporcionar datos que puedan utilizarse tanto en comunidades como por organismos nacionales competentes para concienciar a la población y formular mejores políticas sanitarias.