Mejorar la detección de mutaciones del melanoma maligno
El melanoma maligno cutáneo (MMC) es el resultado de la transformación de los melanocitos normales en células de melanoma mediante un proceso denominado génesis del melanoma. Datos recientes sugieren que en la patogénesis del melanoma se encuentran implicadas múltiples vías en las que la evolución de las mutaciones altera la proliferación y la diferenciación celulares. Un equipo de participantes en el proyecto comunitario MAUVE ha investigado los tipos de mutación predominantes en el desarrollo del MMC. Dado que el desarrollo del MMC depende de la progresión gradual de los cambios celulares inducidos por las mutaciones, una parte esencial de dicha investigación fue el desarrollo de un nuevo procedimiento de análisis de los cambios en el ADN. Este avance se basa en la combinación de dos protocolos que dieron lugar a una herramienta de diagnóstico muy eficiente. El primero de estos métodos es el análisis de los polimorfismos de conformación del ADN monocatenario («single stranded conformation polymorphism» o SSCP), capaz de detectar polimorfismos y mutaciones del ADN. Esta técnica se fundió con la electroforesis en gel desnaturalizante en gradiente («denaturing gradient gel electrophoresis o DGGE) que detecta específicamente pequeños fragmentos de ADN relacionados con mutaciones puntuales. El equipo pasó a analizar las mutaciones relacionadas con las diferentes etapas y formas del desarrollo del melanoma. Los oncogenes N-ras y BRAF ofrecieron un excelente ejemplo de asociación con etapas y tipos de células específicos. El gen conocido como N-ras funciona como un interruptor biomolecular y suele desregularse en las células tumorales, lo que puede conducir a la invasión, la metástasis y la muerte celular programada o apoptosis reducida. Los científicos descubrieron que las mutaciones en los genes N-ras se asociaban con los nevus o lunares congénitos. A diferencia de éstas, las mutaciones en los genes BRAF, que se asocian frecuentemente con cánceres, melanoma maligno incluido, están más a menudo relacionadas con los nevus displásicos. Se cree que los nevus displásicos ocupan una etapa media del desarrollo entre los nevus benignos y el MMC. Otros trabajos de investigación sobre las mutaciones de los genes supresores de tumores y los genes inhibidores del ciclo de división celular añadieron pruebas de que el desarrollo de melanomas se debe en gran medida a mutaciones específicas identificables. Y algo significativo, éstas pueden ser inducidas por la exposición a las radiación UV-A y UV-B. La detección precoz del melanoma cutáneo es la mejor manera de reducir la mortalidad. Esta variedad de cáncer de piel puede ser muy maligna incluso en sus primeras etapas, por lo que su diagnóstico precoz es crucial. Los marcadores potenciales identificados en este trabajo de investigación podrían ser útiles a la hora de mejorar la caracterización de las células procedentes de las biopsias de melanomas.