Aplicar la ciencia a las artes decorativas
La alfarería y la cerámica tienen una larga historia y muchas piezas exquisitas son consideradas tesoros nacionales, debido a la impresionante destreza que se aplica en su fabricación. El término «cerámica de Iznik» se refiere a las piezas de cerámica muy decorativas realizadas a fines del siglo XVI que se puede ver en los edificios imperiales de Estambul. El estilo refleja un momento en el que el mundo islámico admiraba y emulaba la cerámica china. La tradición de la cerámica mayólica sigue un estilo similar, pero las piezas se fabricaron en la Italia renacentista. Esta artesanía se practicó en Italia durante siglos y llegó a adquirir un grado de sofisticación y maestría artística que la equiparan a la fabricación de joyería fina. El proyecto CERAMED centró su atención en las materias primas utilizadas en la producción de cerámica antigua y trató de probarlas a través de su reproducción experimental real en beneficio de la arqueometría y la etnoarqueología. Los resultados llevaron a la creación de una etiqueta de «calidad de museo» basada en criterios tecnológicos y arqueológicos. En términos generales, el objetivo era revitalizar el sector de las piezas de cerámica de gran calidad para el mercado museístico. Como parte de esta iniciativa, los científicos reprodujeron el proceso del esmaltado en la fabricación de cerámica. La fabricación de las piezas decorativas cocidas a fuego lento casi siempre implica el esmaltado con óxido de estaño. Una vez que se ha añadido el colorante al esmalte, éste puede cubrir incluso la arcilla de terracota. El esmaltado daba profundidad a la superficie, además de proporcionar una durabilidad funcional. Como respuesta a la preocupación actual por los problemas de salud que puede causar la utilización de plomo en la fabricación de cerámica, los científicos desarrollaron y evaluaron fórmulas sin plomo o con plomo no tóxico adecuadas para el esmaltado. Una de las alternativas eran los silicatos de plomo no tóxicos, para los que se realizaron pruebas referentes a sus propiedades ópticas y sus interacciones con los sustratos basados en el cuarzo. Por otra parte, se han desarrollado herramientas de espectroscopía para evaluar las formulaciones seguras con plomo y las formulaciones sin plomo.