Aplicaciones interactivas de seguimiento en la Grid
Para las aplicaciones industriales, y también para las investigaciones científicas, las necesidades actuales de potencia computacional pueden satisfacerse únicamente empleando arquitecturas paralelas y distribuidas como los multiprocesadores y los sistemas de múltiples ordenadores. Uno de los objetivos básicos del proyecto CROSSGRID, financiado mediante el Quinto Programa Marco, era el de investigar las metodologías de vigilancia en línea de estos sistemas paralelos. Los socios del proyecto de la Universidad Técnica de Múnich trabajaron en la creación de una capa de software que conectara el sistema en el que se ejecutase una aplicación con herramientas que observaran su funcionamiento y lo modificaran convenientemente. Los analizadores de rendimiento y los depuradores o debuggers son ejemplos de tales herramientas, que recopilan información sobre el funcionamiento de una aplicación, y son necesarios para fijar puntos de interrupción. El sistema OCM-G se diseñó para proporcionar la infraestructura de vigilancia necesaria para desarrollar aplicaciones interactivas en la Grid. El grupo de ordenadores que funcionan de manera coordinada y en red para ejecutar aplicaciones que implican grandes volúmenes de datos, como simulaciones de procedimientos quirúrgicos, y conforman la Grid, plantea nuevos requisitos para la infraestructura de vigilancia. Diseñados como una estructura autónoma, los servicios del OCM-G se ponen a disposición del usuario mediante la interfaz estandarizada OMIS (On-line monitoring interface specification, o especificación de interfaz de seguimiento en línea). Esta interfaz se ajustó a los requisitos marcados, al brindar un conjunto flexible de servicios de vigilancia y hacer posible controlarlos. Los servicios de vigilancia proporcionan información de nivel bajo. No obstante, el OCM-G permite que se combinen distintos fragmentos de información en métrica de alto nivel con la semántica requerida por el usuario. Dado el enfoque en línea adoptado para vigilar los procesos en ejecución, se mantuvo al mínimo el instrumental activo empleado para recopilar la información esencial. La cantidad de información extraída se redujo a fin de mantener al mínimo la intrusividad de la vigilancia y agilizar la velocidad de respuesta del sistema. Para usar el sistema OCM-G, es necesario usar bibliotecas MPI (interfaz de paso de mensajes). Así, cada vez que se ejecuta un proceso, se recogen los datos pertinentes. El primer prototipo del OCM-G está sometido a un proceso de mejora continua a fin de ofrecer nuevos servicios y constituir la base de nuevos tipos de herramientas que apoyen el desarrollo de aplicaciones específicas para la Grid. Entre los planes futuros se incluye la introducción de nuevas funciones con las que vigilar el funcionamiento de aplicaciones Java de cambio dinámico y aplicaciones con hilos en máquinas con memoria compartida.