El moldeo electromagnético da forma a vehículos más respetuosos con el medio ambiente
El moldeo electromagnético se sirve de una elevada cantidad de energía en una técnica que permite dar forma a piezas de metal. El proyecto EFM, financiado con fondos comunitarios, y que toma su nombre del inglés «electromagnetic forming», ha desarrollado esta técnica para que pueda utilizarse tanto en tubos como en planchas metálicas. Su aplicación está diseñada para que la utilice la industria automovilística. Se espera que la reducción del peso de los vehículos, al emplear este proceso en la creación de las piezas metálicas de un coche, conlleve una reducción de las emisiones de CO2, lo que permitirá estrategias de producción automovilística modernas encaminadas al diseño de vehículos más respetuosos con el medio ambiente, sin costes añadidos para los fabricantes ni los consumidores. Como parte del proyecto, se ha publicado un informe que se centra en la influencia de los parámetros del proceso y del material en la calidad de los componentes. La realización de pruebas que evalúen la efectividad del rendimiento electromagnético en los parámetros del proceso, cómo influyen en el proceso de moldeo, así como la forma resultante, es un requisito importante para el éxito del proyecto. En esta evaluación, los científicos se centraron en los procesos de moldeo electromagnético descritos a continuación. En primer lugar, en la compresión de las piezas de trabajo tubulares y, en segundo lugar, en el moldeo de planchas de metal. Se llevaron a cabo distintas investigaciones que derivaron en discusiones centradas en cinco temas principales de interés científico. Comenzaron por observar el impulso de corriente utilizado en el proceso y la presión que se define por el máximo de presión y la duración del incremento de presión. El análisis también se centró en la distribución de la presión y en la deformación de la pieza y, por último, la discusión pasó a la velocidad de formación de la misma.