Juego de roles para logros medioambientales
La formulación de políticas medioambientales eficaces entre las partes interesadas es una tarea compleja, no sólo por lo impredecible de la naturaleza, sino también por la complejidad de la interacción humana. En muchos casos, las negociaciones pueden tambalearse e incluso romperse entre grupos de interés por un simple malentendido. El diálogo es necesario para la integración de políticas medioambientales complejas. Este diálogo debe basarse en una comprensión eficaz de las cuestiones que están en juego, no sólo en interés propio, sino también en el de todos los implicados. Por ejemplo, dado que las zonas de captación de agua pueden ser motivo de preocupación para dos o más países, contar con una política unificada para preservar del mejor modo la zona reviste una gran importancia. A menudo, lograr esa uniformidad resulta más complicado de lo que uno puede pensar, pero afortunadamente el juego de roles ofrece una solución. Se presentan varios elementos vitales que promueven una interacción y un diálogo eficaces y, lo que es más importante, una curva de aprendizaje. El juego se estructura en cinco principios básicos y cada uno tiene un objetivo muy específico que lograr. Por ejemplo, está el papel del alcalde, cuyo principal objetivo es ofrecer a sus ciudadanos agua de calidad. Está también el interés de los agricultores, que necesitan agua para regar. Un tercero actúa como director de una empresa de agua y un cuarto representa a la industria, que defiende las demandas de agua del sector industrial. El quinto es el departamento de gestión del agua, que tiene que garantizar agua de calidad para todos. El juego toma forma simulando mecanismos específicos, como objetivos de producción, procesos de bombeo, tratamiento de residuos y el funcionamiento hidrológico. Estos mecanismos se basan en modelos y datos reales. De este modo, el juego ofrece un alto grado de realismo y permite entender e intensificar las relaciones y la dinámica entre los componentes. Se pueden constatar otros resultados de esta investigación en la mejora de las curvas de aprendizaje de los participantes. Concretamente, el aprendizaje sobre la gestión integrada del agua y sus aspectos rurales tiene la ventaja adicional de reflejarse gradualmente en los sistemas educativos.