Las bacterias luchan por la conservación del patrimonio cultural
El consorcio de BIOBRUSH está integrado por seis especialistas europeos cuya intención es evaluar los beneficios que tendrían distintos métodos en la restauración y conservación de la arquitectura en piedra existente en Europa. El estudio de viabilidad se llevó a cabo tanto en un laboratorio como in situ, y sirvió para evaluar los riesgos y los parámetros de eficacia específicos bajo distintas condiciones climáticas. Parte del estudio, que tuvo lugar en países del norte y del sur de Europa, evaluó la efectividad de bacterias concretas para combatir los agentes contaminantes. Se evaluaron distintos parámetros de eficacia a nivel microbiológico. Por ejemplo, se evaluó la descomposición de hidrocarburos y la reducción de sulfatos. Asimismo, en este estudio se evaluaron bacterias que podrían utilizarse para reducir los nitratos. Dado que la calcita es uno de los principales componentes de la piedra caliza, y teniendo en cuenta que muchos de los monumentos arquitectónicos que salpican el paisaje europeo están hechos en piedra caliza, uno de los objetivos principales del proyecto fue el estudio de aquellas bacterias que podrían ser de utilidad para restaurar la piedra caliza. De entre las pseudomonas putida, se consideró muy adecuada una bacteria saprófita del suelo. Esta bacteria resultó ser eficaz en la restauración de la piedra caliza, presentó pocos factores de riesgo para la salud humana y se mostró muy sensible a la mayoría de los antibióticos. También se estudiaron otras bacterias; los resultados de estos estudios se han reunido en la colección de cultivos BIOBRUSH. Ésta constituye una base de datos con información sobre los hallazgos del proyecto para su uso y ampliación posterior con el fin de contribuir a la investigación y el desarrollo.