Conversión de las aguas residuales en fertilizantes
El aceite de oliva es uno de los pilares de la agricultura de los países bañados por el Mar Mediterráneo. Lamentablemente, el cultivo de olivas y la consiguiente producción de aceite de oliva han acarreado una importante degradación del medio ambiente de dichos países. Socios de ambas orillas del Mediterráneo se unieron durante el proyecto NEWTECHOMW para investigar formas de reducir el impacto medioambiental de las almazaras. Así se les ocurrió la inteligente idea de reutilizar las aguas residuales procedentes de almazaras como fertilizante. Biólogos de la Universidad Cadi Ayyad de Marruecos se enfrentaron al reto que planteaban los resultados iniciales de laboratorio, que apuntaban a que estas aguas residuales eran tóxicas para algunas especies de plantas. Aplicaron aguas residuales de almazaras a parcelas de terreno donde había varias especies, entre ellas palmeras de dátiles, maíz, atriplex y trigo, usando una técnica llamada riego fertilizante. Comparadas con las parcelas de control, las sometidas a riego fertilizante experimentaron un mayor crecimiento sin mostrar efectos secundarios negativos. También se estudiaron las posibles repercusiones en el estado del suelo. Las mediciones de la conductividad eléctrica indicaron un aumento de la salinidad del suelo. Sin embargo, se mejoraron muchos parámetros beneficiosos del suelo, como el contenido de materia orgánica y los niveles de los tres principales nutrientes del suelo: nitrógeno, fósforo y potasio. Asimismo, el pH del suelo apenas se vio afectado gracias a la capacidad neutralizadora del suelo calcáreo autóctono. De este modo, en lugar de causar daños medioambientales o requerir costosas instalaciones de tratamiento de aguas residuales, las aguas residuales de almazaras podrían reciclarse provechosamente y volver a usarse en el sector agrícola. El consorcio NEWTECHOMW continúa su labor a partir de estos resultados positivos.