Más precisión en las mediciones del dióxido de carbono
La sociedad está cobrando conciencia del peligro que representa el cambio climático. Para hacer previsiones climáticas fiables, se depende en gran medida del conocimiento de las concentraciones del dióxido de carbono (CO2) y, por lo tanto, es necesario seguir de cerca la evolución del CO2 en todo el planeta. Esto es factible con el instrumental instalado a bordo de satélites como el ENVISAT que orbitan alrededor de la Tierra. En el marco del proyecto COCO, en el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) de Francia utilizaron datos del instrumento SCIAMACHY (Espectrómetro de Imagen de Escaneo de Absorción para Cartografía Atmosférica) para calcular las concentraciones de CO2 en la columna atmosférica. El sensor SCIAMACHY se sirve de la absorción de CO2 a longitudes de onda específicas en el espectro electromagnético. Sin embargo, el análisis efectuado por el CNRS reveló que la difracción causada por aerosoles y nubes no detectadas puede ocasionar interferencias considerables. Esto puede distorsionar las concentraciones de CO2 resultantes en hasta tres partes por millón. Por fortuna, los científicos franceses lograron solucionar el problema integrando mediciones terrestres de los espectros solares proporcionadas por el Observatorio Nacional de Kitt Peak. El método, que se basa en el concepto de absorción diferencial, permitió reducir en un 50% el nivel de errores. El CNRS recomienda aplicar este procedimiento para mejorar la calidad de los datos sobre columnas de CO2, sobre todo de datos destinados a modelos de inversión.