Más seguridad en las estructuras marítimas flotantes
La exploración en busca de petróleo y gas y la producción de éstos suele fundamentarse en estructuras marítimas como los sistemas FPSO (Unidad Flotante de Producción, Almacenamiento y Descarga) y los buques de exploración. Estas estructuras están expuestas al «agua verde», como se denomina al fenómeno de las olas de gran altura que alcanzan la cubierta. Además, el impacto de las olas en el casco de estas estructuras puede ocasionar diversos daños con regularidad. Aunque las estructuras marítimas flotantes modernas son capaces de soportar las condiciones climatológicas más duras, los fenómenos relacionados con el impacto de las olas son de una compleja naturaleza. Puesto que las actividades de explotación del petróleo y el gas acarrean un gran riesgo tanto para el medio ambiente como para el personal, la seguridad y la fiabilidad de las estructuras marítimas flotantes son aspectos de enorme importancia. SAFE-FLOW se centró en estructuras marítimas como las unidades flotantes de producción y los buques de exploración expuestos a impactos de «agua verde» y oleaje. El propósito fundamental era crear tecnología adecuada, directrices relacionadas con el diseño y el funcionamiento de las estructuras, métodos y herramientas de cálculo, así como procedimientos de evaluación de riesgos. Un aspecto importante de la labor del proyecto fue la elaboración de recomendaciones de cara al desarrollo de una normativa nueva para las estructuras marítimas flotantes. Hasta el inicio del proyecto se consideraba que las reglas y la normativa existentes eran insuficientes para afrontar las circunstancias del funcionamiento de las FPSO. En particular, las reglas de clasificación fijadas inicialmente para las embarcaciones no exigían el uso a bordo del sensible equipamiento que es habitual en los sistemas de producción flotantes. El Health and Safety Executive (HSE, autoridades británicas de salud y seguridad) y la Dirección del Petróleo de Noruega (NPD) unieron fuerzas y realizaron un estudio sobre la vulnerabilidad de varias FPSO del Reino Unido y Noruega. Se concluyó que los 21 sistemas estudiados presentaban un riesgo medio o alto de acumular a bordo cantidades «críticas» de la llamada agua verde por el costado de la embarcación. Basándose en la nueva tecnología creada en el proyecto SAFE-FLOW se formuló una serie de recomendaciones de cara a elaborar normas nuevas para las estructuras marítimas flotantes. Se espera que estas recomendaciones resulten útiles a las sociedades de clasificación para mejorar sus normas y directrices. La mejora de las normas y el perfeccionamiento de los diseños pueden conducir a un despliegue más seguro y ecológico de las FPSO en las aguas comunitarias.
