Niveles de aceptación de alimentos enriquecidos con isoflavonas en Europa
Las isoflavonas (IF) son un subgrupo de fitoestrógenos y se encuentran principalmente en la soja y productos derivados. Se cree que tienen propiedades beneficiosas y se estudió el papel potencial que desempeñan los fitoestrógenos en la prevención de la osteoporosis entre las mujeres posmenopáusicas que viven en Europa. En tres países europeos se llevó a cabo durante un año una prueba de intervención a gran escala, multicéntrica, aleatorizada y controlada. En la prueba se usaron sobre todo alimentos enriquecidos con isoflavonas y se llevaron a cabo rigurosas evaluaciones de los cambios ocurridos en el metabolismo de los huesos. Se analizó la aceptabilidad de estos alimentos entre la población destinataria (mujeres de 45 años de edad y mayores). Con el fin de analizar las previsiones que se obtuvieron en diferentes estudios nutricionales se llevó a cabo un estudio en cinco Estados miembros. Se desarrolló un cuestionario autoadministrado sobre las actitudes, la influencia social, las barreras y la aceptación a los alimentos con isoflavonas. En total, 2.500 mujeres de entre 45 y 70 años rellenaron el cuestionario. La media de edad de las mujeres era de 56,1 años. Las fases del cambio para lograr una reducción de la osteoporosis mediante adaptaciones alimentarias mostraron que la mayoría de las mujeres se encontraban en fase de precontemplación (44%) y mantenimiento (39%). Los resultados señalaron que el momento preferido para consumir alimentos enriquecidos con isoflavonas (70%) era durante el desayuno. Según las encuestadas, los alimentos más adecuados para el fortalecimiento de los huesos son los productos lácteos, el pan y los zumos de frutas. Las propiedades más importantes de los productos son la información detallada, un sabor agradable y la disponibilidad en los supermercados. La reticencia a consumir alimentos enriquecidos con isoflavonas se puede explicar debido a ciertas preocupaciones, influencias sociales y barreras, y a la autoeficacia. También hay diferencias entre los países en cuanto al nivel de aceptación de los alimentos enriquecidos con isoflavonas, lo que indica diferencias en la percepción entre los cinco países. Por lo tanto, con respecto al desarrollo y la comercialización de productos, es imprescindible que se desarrollen estrategias y productos que tengan en cuenta la diversidad cultural. Se llevarán a cabo más investigaciones con el fin de determinar si el foco de atención debería centrarse en las diferencias internacionales o en los segmentos transculturales.