La difícil situación de las trabajadoras nocturnas migrantes en la economía de la noche irlandesa
Mientras las autoridades locales y las asociaciones del sector redoblan sus esfuerzos para gestionar las economías nocturnas, los empleados nocturnos, especialmente las mujeres, siguen sufriendo importantes riesgos para la salud, desigualdad y exclusión. «En Irlanda, las trabajadoras nocturnas migrantes, normalmente en empleos precarios, no tienen prioridad, ni siquiera por parte de los grupos de trabajo de la economía nocturna que apoyan a los sectores de la alimentación y las bebidas, el alojamiento y el ocio, donde trabajan muchas de estas mujeres», afirma Julius-Cezar MacQuarie, investigador del proyecto PRECNIGHTS, que cuenta con el apoyo de las acciones Marie Skłodowska-Curie y llevado a cabo por la University College de Cork, Irlanda. El proyecto PRECNIGHTS se basa en la investigación previa de MacQuarie en Londres, y se eligió Irlanda por sus planes de expansión de la economía nocturna del país. Según MacQuarie: «En 2020, el 19 % de la mano de obra de la Unión Europea trabajaba por turnos, de los cuales el 21 % eran turnos nocturnos. En Irlanda, la COVID-19 repercutió a los trabajadores migrantes del turno de noche más que a ningún otro grupo, afectando especialmente a las mujeres y agravando su “invisibilidad”, en comparación con sus homólogos masculinos y con la población local».
«Nocturnografía» en acción
Aunque se ha investigado sobre el avance de la sociedad de las veinticuatro horas y sus repercusiones, según MacQuarie: «ha ofrecido una comprensión limitada sobre la paradójica realidad de los migrantes, que son a la vez esenciales y marginados en los entornos urbanos». El planteamiento de MacQuarie, bautizado como «nocturnografía», parte de la tradición antropológica de la etnografía, en la que los investigadores son a la vez observadores y participantes que captan las experiencias vividas y sentidas. También se realizaron entrevistas con mujeres de Sudamérica, Sudáfrica y Europa Central y Oriental, tanto en Dublín como Cork. Asimismo, se celebraron grupos de discusión con mujeres africanas que trabajan como auxiliares sanitarias y limpiadoras en el sector de la asistencia: residencias privadas y hospitales de Mallow y Cork. Para ayudar a visualizar la vida de las trabajadoras nocturnas migrantes (TNM), MacQuarie realizó fotografías y grabaciones de audio y vídeo de mujeres y hombres en el trabajo, complementadas con notas digitales. Los datos resultantes se examinaron temáticamente para explorar y clasificar las diversas razones de la precariedad y evaluar sus implicaciones. «Algunas mujeres se enfrentaban a limitaciones de horas de trabajo si tenían visados de estudiante, lo cual las empujaba a la economía sumergida. Las TNM sudamericanas, muchas de ellas en los sectores de la alimentación y el turismo, experimentaron la precariedad debido a los bajos salarios. Mientras que la falta de conocimientos de inglés de las TNM rumanas y checas limitaba sus opciones a trabajos manuales, como limpiadoras nocturnas», explica MacQuarie. Una preocupación común era la falta de seguridad durante la noche. Las conclusiones del proyecto PRECNIGHTS coinciden con los estudios sobre la situación de los trabajadores migrantes en el mercado laboral irlandés. Por ejemplo, en 2022 la organización de mujeres migrantes AkiDwA informó que alrededor de Irlanda 3 198 mujeres migrantes se enfrentan a un conjunto de desafíos particulares, como la dificultad de acceder al empleo y el hecho de que muchas residan en lugares remotos, incluso cuando se encuentran bajo protección internacional y con derecho a trabajar.
Reconocimiento, protección y valoración de las contribuciones
Uno de los principales resultados del proyecto PRECNIGHTS es la petición de nuevas políticas en materia de trabajo nocturno. Entre las veintiséis recomendaciones del proyecto, recogidas en su política Out of Sight, Not Out of Mind, figuran las siguientes: garantizar una retribución igual y más elevada a las TNM, ayudas para el cuidado de menores y el transporte, además de proporcionar comida caliente durante los turnos de noche. MacQuarie también destaca los derechos más allá de los básicos de un contrato, como tener las condiciones por escrito en un plazo de cinco días, formación gratuita — por ejemplo, cursos de idiomas — proporcionada por los empleadores, y el derecho a solicitar un traslado a un empleo diurno. Para implicar a los responsables políticos y a un público más amplio, el equipo de GHOST elaboró una carta de empleados nocturnos de 2023. MacQuarie también ayudó a producir siete historias ilustradas de TNM, expuestas en línea y en actos presenciales. El compromiso público con medios de comunicación se supervisó y publicó en X/Twitter y TikTok. Hasta la fecha, MacQuarie ha dirigido dos talleres nocturnos de investigadores en Barcelona y Mánchester, y próximamente más. Todo ello contribuye a perfeccionar la metodología de los paseos nocturnos para contar historias de exploración, transformación y vinculación en las ciudades por la noche.
Palabras clave
PRECNIGHTS, precariedad, migrante, nocturno, trabajo, turno de noche, etnografía, Irlanda, derechos
