Los genes de la fresa desvelan secretos frutales
En un nuevo estudio publicado en la revista «Horticulture Research» se identifican marcadores genéticos fundamentales y genes candidatos para obtener mejores fresas. Con el apoyo del proyecto BreedingValue, financiado con fondos europeos, en el estudio se analiza la evolución genética de la diversidad de la fresa en los últimos 160 años y se identifican marcadores moleculares para unos programas de mejora genética que den como resultado fresas más vigorosas, jugosas y duraderas. La fresa cultivada, la fruta más consumida en todo el mundo, surgió de la hibridación espontánea en la Francia del siglo XVIII de dos especies de fresas importadas del Nuevo Mundo. Desde entonces, los científicos se han esforzado continuamente por mejorar la fresa manteniendo la diversidad genética y aumentando al mismo tiempo el rendimiento de la fruta y cualidades como su firmeza y sabor. Otro ámbito de interés es la ampliación de los períodos de almacenamiento y la reducción de la podredumbre posterior a la cosecha, ambas relacionadas con la firmeza de la fruta y otras propiedades de su superficie.
Nuevos marcadores genéticos, mejores fresas
Aunque los métodos tradicionales de mejora genética han tenido dificultades para equilibrar la diversidad genética con una mejor calidad de la fruta, avances como los estudios de asociación de genoma completo (GWAS) ofrecen nuevas oportunidades. Mediante GWAS, los investigadores franceses del proyecto BreedingValue, asociados al Instituto Nacional de Investigación Agronómica, Alimentaria y Ambiental de Francia (INRAE) y al centro de investigación Invenio, han descubierto marcadores genéticos fundamentales relacionados con rasgos de calidad como el peso, la firmeza y el brillo de la fruta. El equipo identificó setenta y una asociaciones con once rasgos de calidad diferentes, con lo que se validaron marcadores conocidos como la firmeza y el azúcar y se descubrieron nuevos locus de rasgos cuantitativos. Tres de los seis barridos selectivos detectados están relacionados con el brillo y la resistencia de la piel, rasgos importantes para el atractivo de la fruta y su conservación tras la cosecha. Los resultados apuntan a mejoras sustanciales de los objetivos de mejora genética principales, como el peso, la firmeza, la composición y el aspecto de los frutos, que se producen simultáneamente en cultivares europeos y americanos. Los investigadores también observaron un descenso de la diversidad genética en determinadas regiones cromosómicas debido a la presión de la selección, lo que pone de relieve la repercusión de la mejora genética en la variación genética. Los resultados del estudio respaldado por el proyecto BreedingValue (Pre-breeding strategies for obtaining new resilient and added value berries) tienen el potencial de introducir cambios importantes en los programas de mejora genética de fresas. Los obtentores pueden utilizar los marcadores genéticos recién identificados para seleccionar rasgos que mejoren la calidad de la fruta y, en última instancia, producir fresas con una vida útil más larga sin tener que renunciar al color y al sabor. La autora principal del estudio y científica titular del INRAE, Béatrice Denoyes, afirma en una nota de prensa de EurekAlert!: «Este estudio ofrece una visión completa de la diversidad genética de la fresa y su repercusión en la calidad de la fruta. La identificación de nuevos marcadores genéticos ayudará considerablemente a los programas de mejora genética centrados en mejorar los rasgos de la fruta que son importantes tanto para los productores como para los consumidores». Para más información, consulte: Sitio web del proyecto BreedingValue
Palabras clave
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