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¿Siguen necesitando tripulación los buques de carga?

Los coches y los aviones pueden desplazarse ya de forma autónoma sin necesidad de intervención humana, así que seguramente la automatización también puede llegar a los mares. Nuestro experto Andy Maykol Pinto surca a través de los hechos.

«La respuesta corta es sí, aunque con un pero», comenta Pinto, investigador experimentado en el INESC TEC (Portugal). El transporte marítimo de corta distancia está a punto de lograr la automatización total, ya que las distancias más cortas, la meteorología más predecible y las condiciones estables del mar durante todo el trayecto facilitan la implantación de sistemas autónomos. Navegar cerca de la costa también facilita la supervisión a distancia del rendimiento y los sistemas de los buques. «En muchos casos, los buques ya se pueden controlar a distancia o funcionar de forma semiautónoma durante gran parte de sus trayectos», explica Pinto. Diferentes proyectos importantes en Europa están marcando el camino del transporte marítimo autónomo de corta distancia y están efectuando pruebas rigurosas en supuestos reales para demostrar la fiabilidad de este enfoque. Incluso en los viajes más largos, la mayoría de los trayectos se hacen ya con sistemas de piloto automático, con una intervención humana limitada. Los sistemas automatizados gestionan muchas de las funciones básicas de un buque, como el enrutamiento, la navegación y el conocimiento de la situación, y están diseñados para reducir la carga cognitiva de la tripulación y los errores humanos provocados por el cansancio, el estrés o la falta de sueño. Así las cosas, aún se necesitan tripulantes a bordo para garantizar la seguridad general del buque, agrega Pinto. Los seres humanos somos expertos en gestionar problemas de mantenimiento en tiempo real, responder rápidamente a condiciones meteorológicas o marítimas cambiantes y gestionar emergencias como incendios o averías mecánicas. «Los seres humanos tienen una capacidad excepcional para hacer frente a circunstancias imprevistas, algo que incluso la tecnología más avanzada brega por reproducir», señala Pinto. «Ningún sistema es inmune a las averías, y los buques sin tripulación presentan un riesgo importante cuando las cosas van mal». En el proyecto ATLANTIS, financiado con fondos europeos, Pinto y sus colaboradores desarrollaron una nueva infraestructura de pruebas para tecnologías robóticas destinadas a inspeccionar y mantener parques eólicos marinos. El equipo llevó a cabo satisfactoriamente una serie de experimentos con robots aéreos, de superficie y submarinos, que contribuyeron a acercar la automatización general a la realidad. Pinto afirma que los cambios se desarrollarán gradualmente por fases: buques automatizados de corta distancia y buques de navegación por aguas interiores en los próximos cinco años, seguidos de buques de carga teledirigidos (con una tripulación mínima) en los próximos quince años. «Los buques de carga totalmente autónomos podrían ser una realidad en los próximos veinticinco años». Esperemos que los robots marineros sean resistentes al óxido.

Palabras clave

ATLANTIS, transporte marítimo, automatización, buques, autónomos, carga