Un análisis integral del potencial de los abonos orgánicos
A medida que la población mundial crece, los cultivos alimentarios que la sustentan tienen que hacer frente a unos fenómenos meteorológicos cada vez más extremos y frecuentes, así como a otras amenazas provocada por el cambio climático. La producción de abonos convencionales para mejorar el rendimiento de los cultivos es una fuente de emisiones de gases de efecto invernadero y es perjudicial para el medio ambiente. No obstante, hay disponibles grandes cantidades de materias primas para producir abonos alternativos. El nitrógeno y el fósforo, dos compuestos fundamentales para el crecimiento, desarrollo y rendimiento de los cultivos, están presentes en el estiércol, los lodos de depuradora, los residuos orgánicos y los subproductos animales. Su reutilización en abonos orgánicos puede aumentar la circularidad de la producción alimentaria europea. Al mismo tiempo, los abonos orgánicos pueden mejorar la salud del suelo, reducir el impacto ambiental y disminuir la dependencia europea de los abonos fosfóricos en forma de apatita importados y de los abonos minerales nitrogenados, cuya producción conlleva emplear una gran cantidad de energía fósil. El proyecto LEX4BIO, financiado con fondos europeos, tenía por objeto demostrar el potencial de los abonos orgánicos a la hora de sustituir a abonos minerales y, a la vez, reducir el impacto ambiental y garantizar tanto la seguridad de alimentos y piensos como la salud humana.
Desarrollar una base de conocimientos sobre los abonos orgánicos
El equipo de LEX4BIO evaluó cerca de ochenta abonos orgánicos, superando así con creces los objetivos del acuerdo de subvención. «Las pruebas de campo exhaustivas sobre su rendimiento agronómica en distintos lugares de Europa revelaron que la mayoría de esos abonos orgánicos pueden aportar fósforo y nitrógeno a los cultivos herbáceos tan bien como los abonos minerales, mientras que otros ofrecen beneficios a largo plazo, como el mantenimiento de la calidad del suelo», explica el coordinador del proyecto, Kari Ylivainio, del Instituto de Recursos Naturales de Finlandia. La alta solubilidad en agua del fósforo se suele considerar un requisito previo para los abonos de gran calidad. «Demostramos que esto no es así en el caso de los abonos orgánicos, y que la baja solubilidad podría ser incluso beneficiosa para reducir las pérdidas de fósforo por lixiviación», señala Ylivainio. Las estrategias de fertilización adaptadas (dosis, duración y método de aplicación) en función del tipo de suelo, cultivo y abono orgánico garantizarán que se satisfagan las necesidades de nutrientes concretas de cada lugar y que se reduzcan las emisiones al medio ambiente.
Medio ambiente, seguridad y salud
En la bibliografía existente se ha hecho hincapié en los posibles inconvenientes de los abonos orgánicos como, por ejemplo, la introducción de contaminantes y microrganismos patógenos en el suelo. Sin embargo, las pruebas ecotoxicológicas exhaustivas efectuadas en el proyecto revelaron que «los niveles de contaminantes en los abonos orgánicos estudiados se mantenían por debajo de los valores de referencia de la Unión Europea, sin riesgo significativo de acumulación de sustancias peligrosas en el suelo ni de aumento de la resistencia a antibióticos», comenta Ylivainio. El equipo de LEX4BIO desarrolló un protocolo para evaluar el ciclo de vida de los abonos. Ello posibilitará hacer evaluaciones armonizadas que ayuden a los responsables políticos y a las partes interesadas a examinar las repercusiones ambientales y ecológicas de la aplicación de abonos orgánicos. «Lo más importante es que los abonos orgánicos probados demostraron ser seguros desde el punto de vista de la seguridad de los alimentos y piensos y de la salud humana», recalca Ylivainio.
Enfoque holístico de los factores sociales y políticos
En LEX4BIO también se examinaron los factores que promueven o obstaculizan la sustitución de los abonos convencionales por abonos orgánicos en toda la cadena de valor. Se identificaron variaciones, incluso en las actitudes de agricultores y consumidores hacia el reciclado de residuos. La identificación de los factores que obstaculizan la aceptación social destaca la necesidad de un enfoque holístico que incluya campañas de sensibilización y cambios normativos para facilitar la utilización generalizada de abonos orgánicos. Los ensayos y análisis exhaustivos de LEX4BIO ya han dado lugar a diecisiete publicaciones, con muchas más en preparación que contribuirán a la base de conocimientos. Si bien los abonos orgánicos se han incluido en el Reglamento (UE) 2019/1009 sobre los productos fertilizantes UE, «la transición de los abonos químicos a los orgánicos será un proceso complejo que depende de factores económicos, tecnológicos y sociales. Es necesario seguir investigando para optimizar el uso seguro y sostenible de los abonos orgánicos en diferentes condiciones de cultivo, acercando a Europa a una economía circular y a la autosuficiencia en la producción de alimentos», concluye Ylivainio.
Palabras clave
LEX4BIO, abonos, abonos orgánicos, rendimiento agronómico, biofertilizante, calidad del suelo, residuos orgánicos, cambio climático, ecotoxicología
