Innovaciones en motores para un transporte por carretera más ecológico
El transporte por carretera de larga distancia desempeña un papel crucial en la conexión de los mercados mundiales, permitiendo la entrega puntual de materias primas y productos acabados a los consumidores. Además, un transporte eficiente resulta fundamental para que las empresas europeas puedan competir en la economía mundial. Sin embargo, el transporte por carretera es una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en la Unión Europea (UE). En 2017, este sector representó el 21 % de las emisiones totales de CO2 de la UE. Reducir el consumo de combustible y las emisiones de CO2 asociadas, al mismo tiempo que se mantienen los beneficios económicos que aporta el transporte por carretera de larga distancia, es por tanto un reto clave al que se enfrenta Europa. El proyecto LONGRUN, financiado con fondos europeos, se puso en marcha en 2020 con el objetivo de abordar este reto. Para ello se desarrolló y probó una serie de medidas a fin de mejorar los motores, combustibles y vehículos de demostración, todos ellos diseñados para reducir las emisiones. El objetivo final era acelerar la transición hacia combustibles alternativos y renovables destinados a los vehículos de larga distancia. «En el proyecto se reunieron treinta socios de once países, todos centrados en este objetivo común», explica el coordinador del proyecto, Lukas Virnich, de FEV (Alemania).
Nuevas innovaciones para vehículos de larga distancia
Un caso de uso se centró en la reducción de CO2. El equipo del proyecto investigó cómo los camiones y autocares podrían utilizar combustibles alternativos como aceite vegetal tratado con hidrógeno, biometano e hidrógeno, así como otros combustibles en mezclas diversas. También se examinaron posibles soluciones para facilitar la hibridación y la electrificación de los motores. En otro caso de uso se estudiaron formas de mejorar la eficiencia térmica de los motores de combustión interna. Las innovaciones se desarrollaron específicamente para vehículos diésel y de gas natural. Un tercer caso de uso analizó el potencial del postratamiento avanzado para contribuir a la reducción de las emisiones contaminantes. Por último, el equipo del proyecto evaluó el potencial de ahorro energético significativo mediante la combinación de motores térmicos de alta eficiencia con innovaciones que abordan funcionalidades de la electrificación híbrida. Estas innovaciones incluyen el control predictivo de la cadena cinemática y la gestión de la energía, la recuperación del calor residual y los auxiliares eléctricos.
Desarrollo futuro de componentes de vanguardia
Virnich cree que en el proyecto LONGRUN se ha logrado el objetivo de acelerar la transición a combustibles alternativos y renovables para la flota europea de camiones de larga distancia. Mediante una prueba de campo de 40 000 km, el equipo del proyecto pudo demostrar, por ejemplo, que los combustibles bajos en carbono, el equipo informático y las opciones de electrificación son viables y podrían contribuir a reducir las emisiones de CO2. Aunque un amplio conjunto de medidas de mejora de la eficiencia de los motores se está acercando a la viabilidad comercial, sigue siendo necesaria una investigación fundamental para aprovechar todo el impacto de estas tecnologías potenciales. «Nuestra principal contribución ha sido abrir la puerta al desarrollo de motores y transmisiones diferentes, con potencial para lograr un 10 % de ahorro energético, un 30 % menos de emisiones de gases de escape y un 50 % de eficiencia térmica», añade Virnich. «En última instancia, esto ayudará a reducir el impacto ambiental del transporte de larga distancia, al tiempo que se mantiene la competitividad mundial del sector».
Palabras clave
LONGRUN, motor, transporte, combustibles, medio ambiente, camiones, hidrógeno, CO2