Sensores innovadores para combatir el narcotráfico
El narcotráfico es un gran negocio que genera una quinta parte de los beneficios de la delincuencia organizada. El tráfico ilícito de estupefacientes suele implicar a varios Estados y, a menudo, se solapa con infracciones como los delitos económicos y la ciberdelincuencia. Las fuerzas de seguridad y los funcionarios de aduanas desempeñan un papel fundamental para impedir que las drogas entren y circulen por Europa. No obstante, la falta de herramientas de detección fiables y fáciles de usar puede dificultarles la lucha contra este tipo de delincuencia.
Sensores electroquímicos para detectar drogas
En el proyecto BorderSens, financiado con fondos europeos, se investigó el posible uso de sensores electroquímicos para detectar drogas en distintas situaciones. Los sensores se diseñaron y probaron en colaboración con los usuarios finales como, por ejemplos, las autoridades portuarias y policiales. Los puertos constituyeron el punto de partida del proyecto, ya que en ellos las autoridades tienen que supervisar y, en ocasiones, inspeccionar los contenedores, lo cual puede llevar tiempo. «Cuando las autoridades detectan un compuesto sospechoso, lo que necesitan es una forma rápida y sencilla de efectuar pruebas —explica Annemarijn Steijlen, miembro del proyecto BorderSens en la Universidad de Amberes (Bélgica)—. A día de hoy, las pruebas no son tan fiables y, a veces, son subjetivas, por lo que no siempre se pueden utilizar como evidencia del descubrimiento de un estupefaciente». Las autoridades también suelen necesitar información más detallada sobre posibles drogas. La espectroscopia Raman es una técnica de análisis químico que proporciona información precisa sobre la estructura química de un compuesto, pero es cara. Por ello, el equipo del proyecto se planteó desarrollar un dispositivo portátil que ofreciera resultados precisos y rápidos de una serie de posibles drogas. Los integrantes del proyecto también colaboraron con la policía. Los agentes de policía suelen tener que someter a las personas a pruebas de detección de pequeñas cantidades de drogas, para así determinar si consumen o portan estupefacientes. En este caso, la facilidad de uso y los resultados rápidos son fundamentales.
Dispositivos portátiles fáciles de usar
Tras comprender las necesidades de los usuarios finales, el equipo del proyecto desarrolló tres prototipos de detectores electroquímicos, que fueron probados por las autoridades portuarias y policiales en diferentes puntos de Europa. Uno de los principales objetivos era que estos dispositivos portátiles fueran fáciles de usar y rápidos, y que las personas sin conocimientos de química pudieran entender los resultados. Aunque la tecnología está basada en la nube, los dispositivos pueden funcionar sin conexión, una característica importante dado que los puertos de contenedores no siempre disponen de una buena conexión inalámbrica. «El primer dispositivo es un sencillo sensor portátil, que se puede utilizar para determinar si un polvo es cocaína o no —comenta Steijlen—. El usuario disuelve el polvo en una solución, coloca una gota en el electrodo y obtiene una lectura en menos de un minuto». El equipo del proyecto desarrolló asimismo el conjunto BorderSens, un sistema más ambicioso que puede detectar diferentes drogas a la vez. De forma similar al sensor portátil, los usuarios depositan la solución en un electrodo, pero esta vez se pueden realizar seis pruebas simultáneamente. El tercer prototipo se desarrolló específicamente para la policía. Este sistema se puede utilizar para detectar pequeñas cantidades de droga en la saliva, ya que cuenta con un diseño ultrasensible a moléculas específicas.
Satisfacer las necesidades de los usuarios finales
Las pruebas satisfactorias con estos tres prototipos han posibilitado seguir mejorando la tecnología de sensores electroquímicos para la detección de drogas. Ahora, el objetivo es perfeccionar aún más la tecnología y, con el tiempo, comercializarlas. «Uno de los problemas ha sido que las necesidades de los usuarios finales son muy dispares —afirma Steijlen—. Por ello desarrollamos tecnologías diferentes».
Palabras clave
BorderSens, electroquímico, sensores, drogas, contrabando, tráfico, policía