Cuando los microbios son los mejores amigos del agricultor
Los microorganismos son parte integrante de todos los sistemas alimentarios. Están presentes en el suelo, el agua, las plantas y los animales, y también en diversas técnicas de transformación de alimentos. «Cada etapa de la producción alimentaria tiene su propio ecosistema microbiano específico», explica el coordinador del proyecto CIRCLES, Marco Candela, de la Universidad de Bolonia. «Sin embargo, hasta hace poco, los sistemas alimentarios modelo se han evaluado a menudo sin tener en cuenta a estos actores microbianos».
Parte integrante de la producción alimentaria
El consorcio del proyecto CIRCLES vio la necesidad de informar mejor a los productores de alimentos, y al público en general, de que los microbios son una parte integrante de la producción de alimentos. No sólo eso, sino que son necesarios: muchos microbios son de vital importancia para que plantas y animales crezcan, ya que les ayudan a defenderse de ataques patógenos y a mantenerse sanos. Para lograr sus objetivos, el equipo del proyecto CIRCLES, que se prolongará hasta octubre de 2024, se ha centrado en seis sistemas alimentarios representativos del sistema alimentario europeo. Se trata de las espinacas, los tomates, las aves de corral, los cerdos, el salmón del Atlántico y la dorada. Se eligieron estos seis sistemas alimentarios porque abarcan la producción de carne, la acuicultura y los productos frescos.
Cartografía de los ecosistemas microbianos
El equipo del proyecto comenzó por cartografiar el estado actual de los ecosistemas microbianos en cada uno de estos sistemas alimentarios. «Con este ejercicio de cartografía, queríamos identificar qué microbios son responsables de qué propiedades beneficiosas específicas, para demostrar que hay actores microbianos que trabajan para los productores alimentarios», añade Candela. «La gente debe ser consciente de que estos ecosistemas existen y entender que forman parte de la vida». El equipo también ha tratado de comprender mejor el funcionamiento de estos microbios y su relación con los sistemas de producción de alimentos. Con ello, el equipo pretende identificar formas de promover los microbios beneficiosos, con el fin de aumentar de forma natural la productividad y resiliencia de los alimentos. «Encontrar aquí a los ''buenos'' puede ayudarnos a mejorar nuestra producción de alimentos, sin necesidad de antibióticos », afirma Candela.
Cajas de herramientas del microbioma para productores alimentarios
A medida que el proyecto se acerca a su fin, se hace especial hincapié en la elaboración de cajas de herramientas para cada uno de los seis sistemas alimentarios objetivo. Una vez finalizados, se publicarán en el sitio web del proyecto. Estas cajas de herramientas proporcionarán a los productores la información y las herramientas que necesitan para explotar el microbioma natural con el fin de impulsar la producción. «Si se producen plantas, por ejemplo, la caja de herramientas ofrecerá formas de modular el microbioma para garantizar una mayor resiliencia contra las plagas o mejorar la fijación del nitrógeno», explica Candela. «También habrá una herramienta para tomar muestras del microbioma, que luego nos podrán enviar. Podremos decirle si su microbioma se ha optimizado». Candela espera que uno de los principales efectos de esta iniciativa sea demostrar a la vanguardia de la producción de alimentos (agricultores, productores locales, entre otros) que trabajar con los microbios, y no contra ellos, tiene sentido desde el punto de vista económico y medioambiental. «No es tan fácil convencer a la gente de fuera del laboratorio de que la acción basada en el microbioma puede ser beneficiosa», señala. «Queremos demostrar que si se interviene en el ecosistema para fomentar los microbios, se puede reducir en cierta medida el uso de plaguicidas o de agua. Este es el tipo de cifras que estamos validando actualmente».
Palabras clave
CIRCLES, microorganismos, microbios, cultivo, agricultores, microbiano, ecosistemas, microbioma