Unos edificios inteligentes rompen con su pasado y «contribuyen» al medio ambiente
En 2018, la Unión Europea introdujo la Directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios. Esta iniciativa pretende mejorar la eficiencia energética de los edificios proporcionando a los ocupantes información valiosa sobre el rendimiento energético de su edificio y recomendando mejoras viables. En un intento de impulsar aún más la eficiencia energética, más tarde introdujo un indicador de preparación para aplicaciones inteligentes (SRI, por sus siglas en inglés) para los edificios. El SRI demuestra claramente la capacidad de un edificio para utilizar las tecnologías de la información y de las comunicaciones (TIC) y los sistemas electrónicos para optimizar las operaciones e interactuar dinámicamente con la red. En otras palabras, empuja a propietarios y ocupantes de edificios a pasar de la gestión tradicional y práctica de los sistemas a unas interacciones inteligentes y automatizadas.
Los edificios pasan de ser espectadores a protagonistas
El proyecto PHOENIX, financiado con fondos europeos, marca esta transición hacia edificios más inteligentes. Los miembros del proyecto demostraron una cartera de soluciones TIC para aumentar la «inteligencia» de los sistemas y aparatos heredados en los edificios existentes. Al volver a equipar estos edificios con tecnología punta, PHOENIX contribuye a aumentar considerablemente su ISR y su eficiencia energética total. «PHOENIX se ha diseñado para potenciar la inteligencia de los edificios, al facilitar la prestación de servicios gracias a dispositivos conectados a internet —señala el coordinador del proyecto, Antonio Skarmeta—. Al desarrollar metodologías para hacer más inteligentes los equipos de nuestros edificios, el equipo del proyecto pretende mejorar el control, maximizar el número de servicios, minimizar el consumo de energía y aumentar el confort y el bienestar de los ocupantes».
De los dispositivos inteligentes individuales a un ecosistema unificado de edificios inteligentes
El coordinador explica que el proceso de transformación de edificios en estructuras inteligentes ha estado hasta ahora algo fragmentado. «Cada dispositivo suele funcionar por su cuenta, con protocolos de comunicación, bases de datos y servicios independientes, lo que obstaculiza todo el potencial de la tecnología de edificios inteligentes. La solución PHOENIX aborda esta cuestión estableciendo conexiones entre dispositivos a un nivel fundamental. Esto ayuda a crear un conjunto unificado de motores, donde los flujos de datos se valoran y los servicios inteligentes se integran a la perfección», explica.
Un enfoque multicapa
La arquitectura de la solución PHOENIX se divide en diferentes capas. La capa de activos integra equipos heredados que utilizan múltiples sensores y sistemas de comunicación para supervisar y controlar su funcionamiento. La capa de integración permite el control remoto y la supervisión de datos de distintos sistemas de edificios, equipos y fuentes de datos externas, al homogeneizar los protocolos de comunicación y los formatos de datos. Al recopilar y analizar datos, la capa de conocimiento permite capacidades de autoaprendizaje y decisiones automáticas. Como reflejo de las interacciones entre usuarios finales y partes interesadas, la capa empresarial fomenta la participación democrática de todas las partes, mientras que la capa funcional ofrece soluciones inteligentes y rentables a los usuarios finales. En última instancia, la capa de protección vertical garantiza la seguridad, privacidad y confianza de todas las operaciones. En PHOENIX se aprovecha la inteligencia artificial y la computación en nube para proporcionar el máximo nivel de inteligencia a los edificios existentes. Su cartera de soluciones TIC abarca desde las actualizaciones de «hardware» y «software» necesarias en los equipos heredados y la implantación óptima de sensores, hasta el análisis de datos y los servicios tanto para usuarios de edificios como para empresas de suministro energético.
Emplazamientos piloto reales
Las tecnologías desarrolladas en el proyecto PHOENIX se enmarcan en una plataforma del internet de las cosas que gestiona los datos de los sensores y genera conocimiento a partir de ellos. Estos servicios se prestan a los usuarios a través de un sitio web y una aplicación móvil. Para validar y evaluar la solución propuesta, los socios de PHOENIX llevaron a cabo demostraciones piloto en cinco países distintos: Irlanda, Grecia, España y Suecia. Estos emplazamientos piloto han demostrado una reducción del consumo de energía sin comprometer el confort de los ocupantes. Se han identificado una serie de resultados que pueden aprovecharse y convertirse en modelos de negocio para las empresas en el futuro.
Palabras clave
PHOENIX, edificio inteligente, consumo energético, confort de los ocupantes, TIC, internet de las cosas