Una tecnología móvil convierte residuos orgánicos en fertilizantes
La digestión anaerobia describe un proceso industrial en el que se utilizan microorganismos para descomponer la materia orgánica y producir biogás renovable. Al final del proceso, queda un material rico en nutrientes y microorganismos llamado digestato. Tal y como explica el coordinador del proyecto NOMAD (Novel Organic recovery using Mobile ADvanced technology), Kyriakos Panopoulos, del Centro de Investigación y Tecnología Hellas (Grecia): «El digestato es un fertilizante líquido que contiene nutrientes valiosos y fibra que pueden ayudar en el crecimiento de los cultivos Las características de este digestato derivan de la fuente de materia prima original, así como del propio proceso». Un desafío principal es que el digestato bruto aún necesita procesamiento para convertirse en productos biofertilizantes que puedan brindar beneficios al suelo sin dañar el medio ambiente. Esto no siempre es posible para los agricultores o incluso para las plantas de digestión, ya que a menudo carecen del equipo para cumplir con la normativa de calidad y seguridad necesaria. Además, la producción de grandes cantidades de digestato puede generar importantes problemas de gestión para las plantas de biogás pequeñas en términos de eliminación y utilización del almacenamiento. Dado que todas las políticas climáticas, energéticas, agrícolas y de residuos de Europa están orientadas ahora a alcanzar la circularidad, superar estos problemas técnicos se ha convertido en un asunto urgente.
Soluciones móviles para fertilizantes sostenibles
El proyecto NOMAD, financiado con fondos europeos, se puso en marcha a fin de abordar estos desafíos. El objetivo era desarrollar una solución móvil equipada con todas las tecnologías necesarias, para suministrar directamente a los agricultores fertilizantes derivados del digestato y enmendadores del suelo adaptados a los requisitos de sus suelos y cultivos. «Nuestra idea era desarrollar una tecnología de procesamiento modular y móvil que pudiera servir a múltiples plantas —afirma Panopoulos—. Esto daría como resultado costes compartidos, lo que lo haría más económicamente viable que instalar sistemas en plantas individuales». El proyecto reunió a socios de China, Grecia, Italia, Malta, Países Bajos, Rumanía y Reino Unido. El equipo comenzó desarrollando soluciones tecnológicas innovadoras a pequeña escala, capaces de recuperar fibra y nutrientes específicos del digestato para formularlos en productos biofertilizantes de alto rendimiento. A continuación, cada etapa del proceso, desde la pasteurización y la recuperación de calor hasta la separación del digestato y la recuperación de nutrientes, se situó en remolques transportables. «El objetivo era desbloquear de verdad el potencial de los nutrientes del digestato y la fibra para su uso en fertilizantes —añade Panopoulos—. Nuestro proceso flexible y modular se puede adaptar para abordar desafíos regionales».
Aumento de la viabilidad de las plantas de biogás
La solución de NOMAD se probó con éxito en ubicaciones piloto en Grecia, Italia y Malta, y ahora en el Reino Unido. Estos ensayos demostraron la versatilidad de la tecnología en diferentes ubicaciones geográficas, climas y condiciones del suelo. Asimismo, ayudaron a identificar escollos concretos de las normativas y los digestatos que deben abordarse. «Mostramos que el proceso de NOMAD puede abordar una amplia gama de digestatos —señala Panopoulos—. Todavía estamos haciendo pruebas en diferentes plantas de biogás. Técnicamente, la parte más difícil del proceso es el manejo de sólidos y su eliminación de los digestatos». El equipo del proyecto tiene previsto terminar su recorrido por las plantas de biogás en el Reino Unido a finales de este año. También se están elaborando un análisis del ciclo de vida y un modelo de negocio, con vistas a comercializar las aplicaciones más prometedoras. «La estrategia de NOMAD podría conducir a cambios pioneros en la forma en que se utiliza el digestato, en consonancia con la Estrategia de Bioeconomía de la Unión Europea —asevera Panopoulos—. Esto ayudará a capturar el valor total de los residuos orgánicos para su reutilización local y también a aumentar la viabilidad económica de las plantas de biogás pequeñas».
Palabras clave
NOMAD, digestato, residuo orgánico, fertilizante, biogás, agricultura, sostenible