Detección automática de animales marinos raros desde el aire
Saber el número de animales que viven en esta zona constituye una información esencial para los conservacionistas, pero no siempre es fácil determinarlo. Cuando se intenta observar animales tímidos y esquivos que no solo son extremadamente raros, sino que también pueden recorrer cientos de kilómetros de aguas costeras, obtener estos datos puede ser realmente complicado. Los científicos del proyecto MEGAFAUNA, que contó con el apoyo de las Acciones Marie Skłodowska-Curie, han sido pioneros en el uso de un nuevo método más eficaz para cartografiar dónde viven los tiburones, las tortugas marinas, las rayas y los dugongos en las aguas costeras de Nueva Caledonia. «Hoy día, desconocemos dónde viven los animales en mayor peligro de extinción. Por lo tanto, el objetivo no es solo aumentar la cobertura de las áreas protegidas, sino descubrir dónde están los principales lugares que hay que proteger», explica David Mouillot, coordinador del proyecto y catedrático de Ecología Marina en la Universidad de Montpellier (Francia).
Soluciones alternativas
En marzo de 2020, la investigadora principal de MEGAFAUNA, Laura Mannocci, se preparaba para viajar al suroeste del Pacífico para comenzar el trabajo de censo cuando se desató la pandemia. Varada en tierra, rápidamente se le ocurrió una alternativa que consistía en instalar una cámara GoPro en una avioneta de la empresa local Air Paradise, aprovechando así los vuelos para turistas sobre la laguna de Poé. El equipo de MEGAFAUNA se centró en dos especies vulnerables, el dugongo y las rayas águila, y localizó e identificó imágenes de estos animales en las cincuenta horas de grabación que obtuvieron. Esta información se empleó para entrenar algoritmos de inteligencia artificial (IA) para detectar automáticamente estas especies a partir de imágenes aéreas. El empleo de IA para automatizar el proceso tiene ventajas relevantes. «Hasta ahora, había que visualizar horas de vídeos y, dado que las personas nos cansamos y aburrimos, perdíamos algunos de los animales», comenta Mannocci. Un informático del equipo utilizó los datos para crear un algoritmo capaz de detectar animales incluso a dos metros bajo el agua, algo que el ojo humano no puede hacer, lo que permitió mejorar aún más las tasas de detección.
La ciencia ciudadana a la ayuda
Entrenar un algoritmo requiere muchos datos, pero los dugongos son extremadamente raros. Los científicos recopilaron imágenes de avistamientos de estos animales de las redes sociales a fin de superar la escasez de datos para esta especie. Con la aparición de los drones asequibles, las redes sociales se han convertido en una fuente rica de información. «Contactamos con personas de organizaciones no gubernamentales de Indonesia y con aficionados de Australia apasionados por la flora y fauna silvestres —comenta Mannocci—. Las redes sociales son una fuente de datos increíble, por lo que fue como un proyecto de ciencia ciudadana indirecta», agrega Mouillot. El equipo de MEGAFAUNA completó el cartografiado de los focos de biodiversidad en la laguna y demostró que su técnica funciona, lo que constituye un avance en el uso de IA para observar la biodiversidad marina. «De este modo, se pueden escudriñar zonas extensas con muy poca perturbación [para los animales], en comparación con hacerlo con barcos o bajo el agua», apunta Mouillot. «Ahora tenemos un conjunto de datos innovador de megafauna marina en Nueva Caledonia; poseemos cientos de imágenes de cada especie», comenta Mannocci. La técnica podría ser útil en otros entornos insulares, en los que la fauna marina está menos protegida. El equipo está solicitando financiación para realizar un trabajo similar en Mayotte.
Palabras clave
MEGAFAUNA, dugongo, raya águila, animales raros, biodiversidad, focos de biodiversidad, censos aéreos, aprendizaje profundo, ecología marina, Nueva Caledonia