Seguridad, sostenibilidad y protección para la industria europea del procesamiento de minerales
Las MPF incluyen todas las materias primas que tienen una gran importancia para la economía de la UE y cuyo suministro entraña un riesgo elevado. Por ello, en este Results Pack se presentan proyectos financiados con fondos europeos que encabezan la investigación para mejorar la transformación de estas materias primas y aumentar su sostenibilidad. El objetivo de la Ley Europea de Materias Primas Fundamentales, propuesta por la Comisión Europea, es garantizar el suministro futuro de la UE de MPF necesarias para tecnologías como las energías renovables y las baterías, apoyando la autosuficiencia de la UE en la extracción, procesamiento y reciclaje de los treinta y cuatro metales y minerales fundamentales enumerados. Estas tecnologías desempeñan un papel esencial en la transición ecológica de Europa, cuya meta es que Europa sea el primer continente en lograr la neutralidad climática de aquí a 2050. Además, contribuirán a la puesta en marcha del Pacto Verde Europeo.
La investigación de la Unión Europea en el punto de mira
Los 12 proyectos que se presentan en este Results Pack ofrecen soluciones tecnológicas concretas para el procesamiento de minerales, que son fruto de la labor de proyectos de investigación e innovación financiados por Horizonte 2020, y que abarcan una amplia variedad de MPF. Entre estas MPF figuran los elementos de tierras raras, necesarios para fabricar productos de consumo de alta tecnología como, por ejemplo, teléfonos móviles, discos duros de ordenador, vehículos eléctricos e híbridos y monitores y televisores de pantalla plana. La investigación demuestra asimismo cómo la innovación tecnológica permite recuperar y reutilizar estas materias primas y flujos secundarios que, de otro modo, se descartarían como residuos.
Lograr la seguridad del suministro de MPF
El proyecto NEMO contribuye a la economía circular en el sector de la construcción al demostrar el potencial de utilización de residuos mineros en productos de hormigón, así como la recuperación de metales adicionales a partir de residuos sulfurosos. La producción de aluminio genera una enorme cantidad de residuos de bauxita. En el proyecto RemovAL se transformaron en nuevos productos, como sustrato para la construcción de carreteras y áridos para la edificación. Muchos elementos de tierras raras son difíciles de separar de sus yacimientos rocosos, por lo que la optimización del método de extracción es fundamental. En el proyecto SecREEts se extrajeron elementos de tierras raras de la fosforita, que se emplea en la producción de fertilizantes. Mediante el uso de los flujos residuales del acero, en CHROMIC se extrae cromo para utilizarlo en el sector de la alta tecnología. Los nuevos métodos ideados en el marco del proyecto FineFuture separan partículas minerales de tan solo 20 µm para que no se desechen. En PLATIRUS se trabajó para posibilitar la recuperación de metales del grupo del platino valiosos de la minería y los residuos electrónicos en cantidad suficiente para, de este modo, cerrar la brecha de suministro hasta en un 30 %, lo que haría a Europa más competitiva. Uno de los elementos más caros en el mercado es el escandio y su suministro se ha limitado a importaciones desde Asia y Rusia. En el proyecto SCALE se pretende establecer una cadena de suministro cerrada para este valioso metal, que se usa en aplicaciones de impresión 3D e iluminación de alta intensidad. En CROCODILE se creó un sistema metalúrgico comercial pionero basado en tecnologías hidrometalúrgicas y electroquímicas avanzadas, que permiten extraer cobalto metálico de distintos flujos de residuos, como pilas gastadas y catalizadores. En SUSMAGPRO se desarrollaron y probaron tecnologías industriales para extraer neodimio, un metal de tierras raras, a partir de objetos desechados que contienen imanes permanentes. El equipo de ION4RAW fue pionera en una forma más eficiente y ecológica de extraer MPF como cobalto, germanio y metales del grupo del platino como recursos primarios. En SisAl Pilot se trabajó para sustituir materiales ricos en carbono por fuentes secundarias de aluminio, como chatarra al final de su vida útil, y flujos secundarios de producción en la fabricación de silicio. TARANTULA tenía como objetivo recuperar metales refractarios como el wolframio, el niobio y el tántalo, que son un grupo de elementos metálicos muy resistentes al calor y al desgaste, a partir de residuos de baja calidad mediante el desarrollo de un conjunto de procesos metalúrgicos ecológicos, escalables y rentables.