Biogás renovable para producir hidrógeno ecológico
La energía de hidrógeno, generada a partir del elemento más abundante en el universo, es más limpia y más eficiente que las fuentes tradicionales basadas en combustibles fósiles. Por tanto, podría reducir de forma considerable las emisiones de gases de efecto invernadero. «La obtención de hidrógeno a partir de fuentes con bajas emisiones de carbono podría constituir un punto de inflexión para la descarbonización sostenible del sistema energético», afirma Debora Fino, investigadora en la Universidad Politécnica de Turín. «Lo complicado, sin embargo, es convertir el hidrógeno en energía de forma eficiente, sostenible y rentable». Y precisamente afrontar ese reto es el cometido del proyecto financiado con fondos europeos BIOROBURplus. Basándose en los frutos cosechados por el proyecto BIOROBUR, BIOROBURplus se propuso demostrar el potencial y la utilización sostenible del biogás como combustible renovable para la producción descentralizada de hidrógeno ecológico, conocido asimismo como biohidrógeno.
Producción descentralizada de hidrógeno
Durante el proyecto, los investigadores desarrollaron un reformador oxidativo directo de biogás con vapor, un proceso que utiliza vapor para convertir biogás en hidrógeno. El biogás consiste básicamente en metano y dióxido de carbono obtenidos, por ejemplo, de residuos agrícolas, municipales y alimentarios. Por consiguiente, se considera una fuente de energía renovable. «El proyecto BIOROBURplus llevó este proceso un paso más allá para obtener un procesador directo avanzado de combustible de biogás para una producción descentralizada, fiable y rentable de hidrógeno», explica Fino, coordinadora del proyecto. En opinión de Fino, la planta de demostración de BIOROBURplus es la primera capaz de producir de forma masiva y eficiente hidrógeno ecológico a un precio asequible. «Se trata de un procesador de combustible precomercial completo capaz de producir amoníaco, metanol e incluso acero, todo ello utilizando hidrógeno renovable en lugar de reformar con vapor combustibles fósiles», añade. Fino explica que la planta ha producido hidrógeno a partir de gases de vertedero y de la digestión anaeróbica tanto de residuos orgánicos como de lodos del tratamiento de aguas residuales.
No debemos perder más tiempo
El proyecto BIOROBURplus demostró que ya existe un método eficaz de estimular la demanda en el mercado de hidrógeno ecológico. «Si realmente queremos que la economía del hidrógeno despegue, debemos respaldar el biogás como recurso sostenible y renovable», comenta Fino. «Para ello, necesitamos apoyo reglamentario, incluyendo subvenciones equiparables a las existentes para, por ejemplo, el mercado de la electrólisis del agua». Fino añade que, además de una fuente renovable de energía, el biogás también tiene la ventaja de fomentar el reciclaje de los residuos orgánicos y agrícolas. Además, al contrario que los electrolizadores y las baterías, el biogás no pierde rendimiento cuando se reutiliza o se recicla. «La conversión de biogás en hidrógeno es la vía más realista para desarrollar una economía del hidrógeno sostenible», concluye Fino. «El biogás ya puede proporcionar en la actualidad hidrógeno barato y ecológico, por lo que no tiene sentido perder tiempo esperando que la electrólisis se vuelva más rentable».
Palabras clave
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