Instalación de un pararrayos superláser en los Alpes suizos
A pesar de que ya han pasado casi doscientos setenta años desde que Benjamin Franklin inventó el pararrayos, la protección contra rayos se sigue basando en el mismo concepto. Aunque no podemos negar los beneficios de los pararrayos, siguen existiendo inconvenientes importantes. La instalación de pararrayos no suele ser viable y los pararrayos solo protegen ante los efectos directos del rayo. Los pararrayos, al atraer el impacto de los rayos para conducir su corriente a tierra, pueden llegar a causar efectos indirectos adicionales y más graves, como la interferencia electromagnética y el aumento de la tensión en dispositivos y electrodomésticos. Hace décadas, se identificó los láseres como candidatos prometedores para superar dichos obstáculos. Aprovechando la experiencia de investigación pertinente, los investigadores que trabajan en el proyecto LLR, financiado con fondos europeos, desarrollaron una técnica nueva para la protección contra rayos basada en un superláser de cinco toneladas y nueve metros de largo. «Actualmente, el pararrayos láser es uno de los láseres más potentes de su tipo», afirma Clemens Herkommer, ingeniero de láser de TRUMPF Scientific Lasers, socio del proyecto LLR, en un artículo publicado en «Photonics Media». Herkommer ha pasado los últimos cuatro años desarrollando un sistema de láser exclusivo. Ahora, el equipo del proyecto ha instalado su sistema de láser de kilohercios-teravatios en la cima del monte Säntis con un objetivo ambicioso: mostrar que los láseres pueden controlar y desviar el impacto de los rayos. Se pretende utilizar el sistema de láser de teravatios de alta repetición para provocar rayos ascendentes desde la torre de telecomunicaciones de 123 metros de altura en Säntis, lo que activará y guiará el impacto de los rayos descendentes desde las nubes de tormentas hacia emplazamientos en los que no se provoquen daños. Los rayos tienen un poder destructivo enorme. Pueden generar cortes en el suministro eléctrico e incendios forestales, dañar infraestructuras y sistemas electrónicos e, incluso, provocar lesiones o la muerte de personas y ganado. El daño que provocan equivale a miles de millones de euros anuales. Con el cambio climático y el consiguiente aumento en la frecuencia y gravedad de las tormentas, es probable que en el futuro aumenten los daños provocados por los rayos. De este modo, redirigir los rayos mediante láseres ayudaría a proteger emplazamientos vulnerables como aeropuertos, bosques, rascacielos, centrales nucleares y plantas químicas.
Funcionamiento del láser
El sistema de láser se está probando en Säntis tal y como se explica a continuación. El láser disparará cada segundo mil pulsos láser ultracortos a la atmósfera. Así, el «superláser» generará un canal ionizado largo, denominado filamento láser, hacia las nubes. El filamento láser actuará como ruta de preferencia para el rayo, desviándolo de emplazamientos vulnerables. «Al disparar mil pulsos láser por segundo hacia las nubes, podemos descargar el rayo con seguridad y lograr que el mundo sea una poco más seguro», indica Herkommer. Säntis se considera uno de los puntos con más de rayos en Europa. En este lugar, cada año se observan unos cien rayos, la mayoría de ellos concentrados durante el apogeo de las tormentas eléctricas entre mayo y agosto. El equipo de LLR (Laser Lightning Rod) probará la eficacia del láser en la montaña durante las próximas semanas. Los primeros resultados están previstos para el final del verano. Para más información, consulte: Sitio web del proyecto LLR
Palabras clave
LLR, rayo, láser, pararrayos, Säntis, superláser