Un pigmento innovador y sostenible con el que imprimir digitalmente en gres
La revolución digital influye incluso en un oficio tan antiguo como el de ceramista. El vidriado era una de las técnicas tradicionales para ilustrar y colorear baldosas y otras decoraciones para la construcción, pero hoy en día esta técnica se aplica por medios digitales. Estas losas, denominadas gres técnico, reciben una impresión digital de patrones a alta resolución capaces de imitar texturas como la piedra, la madera e incluso los tejidos. No obstante, los pigmentos que se usan en el proceso de impresión tienen una huella de carbono considerable. Metco se propone cambiar esta situación. Gracias al apoyo del proyecto financiado con fondos europeos ECO-INK, esta empresa italiana de azulejos ornamentales de cerámica y gres desarrolló un pigmento sostenible específico para el mercado de las losas de gres técnico. «Nuestros pigmentos hidrosolubles evitan el empleo de disolventes orgánicos al poder diluirse en agua y de esta manera reducen la huella de carbono de los pigmentos e incluso su toxicidad», afirma el director de Metco y gestor del proyecto ECO-INK, Graziano Vignali.
Un pigmento más sostenible
Tradicionalmente, las losas de gres técnicas se ilustran con colores basados en pigmentos micronizados suspendidos en un disolvente orgánico. Esta mezcla se pulveriza sobre la superficie de la baldosa mediante un proceso muy similar al de una impresora de chorro de tinta. Para lograr que el pigmento se pegue a la superficie de la losa se emplea una retícula de vidrio. El sistema de ECO-INK sustituye el disolvente orgánico por agua, que no es tóxica. Es más, a diferencia de los pigmentos basados en disolventes orgánicos, ECO-INK puede penetrar en la superficie de la losa y de este modo no es necesario aplicar ninguna capa adicional de protección. Como resultado se genera un proceso de producción más eficaz y sostenible. «ECO-INK ofrece una fórmula nueva de coloración que representa la superficie más sólida y resistente jamás producida en la industria cerámica», añade Vignali. Evidentemente, llegar hasta este punto no fue sencillo. Por ejemplo, uno de los primeros retos a los que se enfrentó Metco fue lograr que el pigmento hidrosoluble fuese compatible con los distintos componentes electrónicos que se emplean en la impresión digital. Otro de los retos a superar fue dar con la composición química adecuada necesaria para crear los seis colores estándar utilizados en la impresión. «Abordamos cada uno de estos retos y muchos otros, mediante la ejecución de cientos de pruebas y ensayos en nuestro horno —explica Vignali—. Tenemos así una colección de colores casi definitiva y los prototipos iniciales se han demostrado viables desde los puntos de vista técnico y estético».
Listo para revolucionar el sector
Gracias al apoyo ofrecido por los fondos europeos, ECO-INK está mucho más cerca de comercializar sus productos a escala internacional. «Nos sentimos muy orgullosos de haber logrado desarrollar en tan solo tres años un producto nuevo y revolucionario —confiesa Claudio Casolari, director de ventas y mercadotecnia de Metco—. Ahora estamos listos para su comercialización y para revolucionar el sector». Metco trabaja ahora en la realización de estudios de mercado con varios usuarios pioneros antes de pasar a la fase de producción. La empresa también ha puesto en marcha una campaña de publicidad y promoción. «Mucha gente aprovecha los confinamientos debidos a la COVID-19 para hacer reformas, por lo que la demanda de cerámica sostenible y de calidad está en aumento —concluye Casolari—. Nos complace compartir que ECO-INK está en muy buena posición para abastecer esta demanda».
Palabras clave
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