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Unos anticuerpos con potente actividad neutralizante podrían emplearse en la profilaxis y el tratamiento de la COVID-19

Un equipo de investigadores respaldado por la Unión Europea ha logrado aislar anticuerpos humanos que neutralizan, a concentraciones bajas, el coronavirus del síndrome respiratorio agudo grave de tipo 2 (SARS-CoV-2) y sus mutaciones conocidas. Se cree que el anticuerpo más potente constituye un buen candidato para el desarrollo de estrategias profilácticas y terapéuticas contra este virus.

Según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades, desde el inicio de la pandemia del SARS-CoV-2 y hasta el 4 de marzo, aproximadamente 114,5 millones de personas han contraído el virus y 2,57 millones de personas han fallecido en todo el mundo. Aunque los gobiernos han autorizado el empleo de diferentes fármacos y vacunas para combatir la enfermedad, las nuevas variantes del SARS-CoV-2 harán aún más difícil impedir la propagación de este virus. Por lo tanto, el desarrollo de otras estrategias profilácticas y terapéuticas para combatir el virus y sus variantes es fundamental. Uno de los métodos propuestos consiste en el uso de anticuerpos monoclonales (AcM) humanos. Tal como su nombre indica, estos anticuerpos son producidos a partir de un único clon de leucocitos y están diseñados para imitar la forma en la que el sistema inmunitario combate patógeno dañinos. Los AcM son, además, el objetivo principal de un reciente estudio publicado en la revista científica «Cell». En el estudio, que contó con el respaldo de los proyectos financiados con fondos europeos vAMRes y EVAg, se describe el desarrollo de los AcM humanos muy potentes que neutralizan, a concentraciones bajas, el SARS-CoV-2 y sus mutaciones conocidas.

Superación de las limitaciones actuales de los AcM

Las concentraciones bajas de anticuerpos descritas en el estudio constituyen un avance tremendo ya que, hasta la fecha, los ensayos clínicos contra el SARS-CoV-2 solo habían empleado dosis altas de AcM, que oscilaban entre 500 y 8 000 mg. Estas dosis altas solo pueden administrarse por vía intravenosa, «lo que motiva que este tratamiento sea extraordinariamente caro y, por lo tanto, esté disponible casi exclusivamente en países de renta alta», afirman los autores del estudio. Los investigadores seleccionaron anticuerpos extremadamente potentes que podrían emplearse a dosis bajas para que sean asequibles y puedan administrarse mediante una inyección intramuscular. La segunda limitación que ha superado este estudio es el riesgo de amplificación de la infección dependiente de anticuerpos (ADE, por sus siglas en inglés). La ADE acontece cuando un virus se une a anticuerpos que favorecen su entrada en las células hospedadoras y su replicación. Es decir, los anticuerpos empeoran la infección en vez de proteger al organismo contra el virus. En su trabajo, los investigadores diseñaron los AcM para evitar que provocaran ADE. El SARS-CoV-2 logra penetrar e infectar las células hospedadoras gracias a sus glicoproteínas espiculares. Por este motivo, los científicos se centraron en los AcM específicos para las glicoproteínas espiculares y, mediante el empleo de la separación celular, identificaron 4 277 linfocitos B de memoria específicos para las glicoproteínas espiculares del SARS-CoV-2 en 14 pacientes recuperados de COVID-19. Lograron identificar 453 anticuerpos neutralizantes, de los cuales 220 se expresaban como anticuerpos de inmunoglobulina G, el tipo de anticuerpo más común presente en la sangre y que protege contra infecciones bacterianas y víricas.

Resultados importantes de los anticuerpos

En el estudio, que contó con el respaldo de los proyectos vAMRes (Vaccines as a remedy for antimicrobial resistant bacterial infections) y EVAg (European Virus Archive goes global), se evaluó la potencia de neutralización de los AcM identificados. Los investigadores descubrieron que hasta el 65,9 % de los anticuerpos tenían una potencia de neutralización baja y se requerían más de 500 ng/mL para neutralizar el SARS-CoV-2 normal. Una proporción más pequeña de los AcM (23,6 %) tenía una potencia intermedia que necesitaba de 100 a 500 ng/mL para neutralizar el virus, mientras que un 9,1 % requería entre 10 y 100 ng/mL. Solo el 1,4 % de los AcM se identificaron como extremadamente potente, neutralizando el virus normal con 1 a 10 ng/mL. El AcM más potente diseñado para reducir el riesgo de ADE neutralizó el virus normal y las variantes de nueva aparición. «Es probable que el AcM extremadamente potente descrito en nuestro estudio permita el uso de concentraciones más bajas de anticuerpos para lograr la eficacia profiláctica y terapéutica y, por lo tanto, abarate los costes de los productos y permita el desarrollo y la fabricación sostenibles», concluyeron los autores. Para más información, consulte: Sitio web del proyecto vAMRes Sitio web del proyecto EVAg

Palabras clave

vAMRes, EVAg, coronavirus del síndrome respiratorio agudo grave de tipo 2 (SARS-CoV-2), COVID-19, coronavirus, virus, anticuerpo, AcM, anticuerpo monoclonal

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