Embarazo: replanteamiento de las creencias populares
Sorprende que la metafísica, la rama de la filosofía que se ocupa de la naturaleza fundamental de la realidad y trata conceptos como la existencia y la identidad, haya dedicado poco tiempo a examinar el fenómeno del embarazo. «Los filósofos no han ignorado el embarazo por completo», señala la investigadora principal del proyecto BUMP (Better Understanding the Metaphysics of Pregnancy), Elselijn Kingma, profesora asociada de Filosofía en la Universidad de Southampton (Reino Unido). «Aristóteles y otros antiguos griegos debatieron sobre el embarazo, aunque fue antes de la ciencia moderna. Y los fenomenólogos (que estudian las estructuras de la experiencia y la conciencia) han abordado la experiencia humana del embarazo». Sin embargo, los planteamientos metafísicos sobre el embarazo siguen siendo más bien escasos. Una posible razón, afirma Kingma, es que la filosofía fue coto reservado de los hombres durante mucho tiempo. «El embarazo podría sencillamente no haberse visto como algo especialmente destacado o importante», afirma. «Además, las representaciones culturales del embarazo a menudo ocultan las conexiones que vinculan el organismo materno con el feto». Llama también la atención que la sociedad tienda a centrarse en las cuestiones morales que rodean el embarazo, como el aborto, las opciones reproductivas y las obligaciones maternas. De este modo, sugiere Kingma, se tiende a ver el embarazo como si se tratara de dos sujetos totalmente distintos. «Cabe la posibilidad de que ver a las futuras madres como meras “incubadoras de fetos” fomente una perspectiva miope centrada en la condición, los derechos y las necesidades del feto, con el correspondiente olvido de la condición, los derechos y las necesidades de la madre», añade.
Contrarrestar las asunciones dominantes
El proyecto BUMP, financiado por el Consejo Europeo de Investigación (CEI) se puso en marcha para contrarrestar estas asunciones dominantes e instar a la metafísica generalista a reexaminar el modelo de la «incubadora de fetos». En un plano más amplio, el equipo del proyecto quería fomentar nuevas maneras de pensar de forma constructiva y filosófica acerca de la naturaleza misma del embarazo. «Nuestro objetivo era desarrollar un planteamiento sofisticado desde la perspectiva filosófica y fundamentado empíricamente, según el cual el feto es “parte” de la madre, y no alguien meramente incubado en su interior», explica Kingma. «Así podremos empezar el proceso de reescribir nuestro lenguaje jurídico, social y moral para que se adapte mejor a la naturaleza real del embarazo». El proyecto se basó en los conceptos de organismo e individualidad en el marco de la filosofía biológica y los amplió, con el fin de abordar algunas de las cuestiones metafísicas más básicas con respecto al embarazo (a saber, ¿cuál es la relación entre la madre y el feto?, ¿cuántos organismos existen durante el embarazo?). Un último paso fue investigar si estos hallazgos sobre la metafísica del embarazo podrían trasladarse al ámbito moral y jurídico, y, en su caso, cómo.
Cambiar las percepciones de la sociedad
Se espera que el proyecto BUMP repercuta positivamente en la forma en que nosotros, como sociedad, concebimos el embarazo. Por ejemplo, en la investigación se ha demostrado que puede ser equívoco concebir o representar el feto aislado de todo organismo materno. «Esta investigación también dará lugar a aplicaciones prácticas», afirma Kingma. «Hemos visto que comprender mejor la naturaleza del embarazo puede servir de base para tecnologías reproductivas del futuro y mejorar nuestra comprensión de temas tales como la gestación subrogada». Por tanto, aparte de dirigirse a los investigadores de los campos filosóficos y científicos pertinentes, los resultados del proyecto deberían ser de gran interés para expertos en ámbitos como la ética, la política y el derecho. «Reconfigurar la relación entre el organismo embarazado y su prole podría cambiar radicalmente nuestra forma de entender el abanico de opciones de que dispone una embarazada», añade Kingma. «Las familias que esperan un hijo podrían recibir gratamente un modo alternativo de entender el proceso tan importante y transformador que experimentan». De hecho, el proyecto ya ha tenido repercusión: Kingma fue la única filósofa/especialista en ética consultada durante el proceso de revisión de determinadas pautas médicas en los Países Bajos. «Sucedió después de un caso en el que se inhabilitó a una matrona por atender varios partos “de riesgo” en domicilios particulares, cuya defensa presentó uno de mis artículos como prueba», señala Kingma. «Esperamos sin duda que nuestra investigación consiga tener influencia también en otros contextos y otros países en los años venideros».
Palabras clave
BUMP, embarazo, filosofía, metafísica, embarazada, nacimientos, reproducción, gestación subrogada