Muestreo de fondos marinos antiguos para entender el cambio climático y la recuperación
En un año de estragos por los incendios forestales y una meteorología cada vez más extrema en todo el mundo, todo ello causado por el cambio climático, los científicos luchan por perfeccionar sus modelos climáticos. Una solución es comparar los distintos episodios de calentamiento de hace miles de años, para comprender cómo respondió la Tierra a los distintos escenarios de emisiones de carbono. «El estudio del cambio climático en el pasado es como un rompecabezas fascinante. Todo lo que sucede en el sistema de la Tierra —la atmósfera, la hidrosfera, la biosfera y la litosfera—, está relacionado», explica Matthew Clarkson, coordinador del proyecto de la Unión Europea EnvironMetal, que se llevó a cabo en la Escuela Politécnica Federal de Zúrich - ETH Zurich. «Por lo tanto, entender estas conexiones requiere un estudio pormenorizado y la cuantificación de procesos aparentemente independientes».
Anoxia oceánica
El cambio climático da lugar a muchas respuestas perjudiciales. Este proyecto se centró en entender la pérdida de oxígeno de los océanos, también conocida como el desarrollo de anoxia oceánica. «Vemos que, en el pasado, la anoxia lleva directamente a la extinción de organismos del fondo marino», añade Clarkson, que posee un doctorado en Geoquímica y Geología de la Universidad de Edimburgo. «Sin embargo, a lo largo de cientos de miles de años, la anoxia incrementa la conservación del carbono en los sedimentos al eliminarlo de la atmósfera y contribuir a que el clima recupere unas temperaturas más frescas». EnvironMetal, que recibió el apoyo del programa de Acciones Marie Skłodowska-Curie, empleó nuevas herramientas químicas desarrolladas durante la última década, para rastrear el cambio medioambiental a escala mundial. Gracias a estas herramientas, puede verse el cambio climático del pasado desde múltiples ángulos con una nueva perspectiva.
Recopilación de nuevos conjuntos de datos de isótopos metálicos
Para el proyecto, resultó fundamental la medición de rastros de isótopos metálicos, especialmente de uranio, en muestras de sedimentos del fondo marino recogidas anteriormente en el marco del Programa Internacional de Descubrimiento de los Océanos de los océanos Pacífico, Atlántico Norte y Antártico. «El resultado más emocionante era de un yacimiento en el Pacífico; nuestro proxy de uranio nos permitió estimar el alcance global de la anoxia oceánica durante un episodio calentamiento global importante que tuvo lugar hace alrededor de cincuenta y cinco millones de años, el máximo térmico del Paleoceno-Eoceno», señala Clarkson. Se trata de un parámetro importante porque puede utilizarse como elemento fundamental en los modelos climáticos que simulan episodios de cambios pasados para arrojar luz sobre escenarios futuros. Clarkson reconoce que los estudios del cambio climático en el pasado a menudo indican un panorama sombrío para lo que podemos esperar en el futuro, como la expansión de la anoxia oceánica, pero indica que la solución consiste en evitar proactivamente que se agrave el problema adoptando medidas inmediatas. El equipo realizó más de cuatrocientas mediciones de isótopos en muestras de fondo marino modernas y antiguas, y sigue trabajando aunque el período de financiación ha concluido. Ahora se centra la atención en la publicación de los resultados y su combinación con otros conjuntos de datos. Clarkson concluye: «Podemos utilizar los nuevos conjuntos de datos de isótopos metálicos para completar piezas del rompecabezas global. Los pasos siguientes son comprender las relaciones entre todos estos conjuntos de datos diferentes y comparar distintos estudios de casos de calentamiento global en el pasado».
Palabras clave
EnvironMetal, cambio climático, sistema de la Tierra, calentamiento global, conjuntos de datos de isótopos metálicos, anoxia oceánica, proxy, muestras, uranio