Modelos conductuales para mejorar el diseño de las interfaces de usuario
Las técnicas computacionales modernas pueden mejorar la interacción persona-ordenador (IPO) mediante la optimización combinatoria. Se especifica una función y se asignan valores numéricos a los diseños propuestos por un algoritmo. Estos valores indican en qué medida se adapta cada diseño a la función requerida. Este enfoque ha cambiado diversas industrias, desde la logística a las telecomunicaciones, pero todavía no ha sido ampliamente adoptado para la IPO. Inspirado por la información que ofrece la psicología cognitiva sobre el comportamiento humano, el proyecto COMPUTED, con el apoyo de la Unión Europea, adoptó simulaciones y modelos matemáticos para mejorar el diseño de las interfaces de usuario (IU). «La idea de utilizar la optimización combinatoria y modelos de psicología surgió en los años setenta del siglo pasado, pero hasta ahora nadie sabía realmente cómo hacerlo», explica el coordinador del proyecto Antti Oulasvirta, de la Universidad Aalto (Finlandia). Además de optimizar aún más los teclados y menús, por ejemplo ayudando al gobierno francés a diseñar la disposición de su nuevo teclado Azerty (sitio web únicamente disponible en francés), COMPUTED diversificó las maneras de optimizar las IU. Ahora incluyen páginas web y aplicaciones móviles, además de espacios de realidad virtual. Los progresos de COMPUTED se resumen en una publicación reciente de «Proceedings of the IEEE».
Un diseño inspirado en la psicología
Los diseñadores de IU normalmente utilizan heurísticas, o reglas generales, tales como «colocar los elementos de forma simétrica para una estética óptima». Un diseñador experimentado conoce una gran cantidad de estas normas. Aunque mejoran la accesibilidad de los ordenadores, presentan limitaciones considerables. En ocasiones, las normas heurísticas se contradicen entre sí. Además, tan solo suelen valorar una o dos decisiones de diseño a la vez, y su correlación con la usabilidad y la experiencia del usuario en sí es bastante reducida. Esto significa que los diseñadores prueban numerosas iteraciones de diseños, por lo que el proceso resulta muy laborioso y caro. La innovación de COMPUTED consistió en utilizar metodologías de una disciplina diferente. «Aproveché mi experiencia pasada en psicología cognitiva. Al adoptar modelos psicológicos de rendimiento, percepción, experiencia de aprendizaje y toma de decisiones, ampliamos las posibilidades de las IU», añade Oulasvirta. Por ejemplo, el equipo trabajó con modelos de atención visual del ámbito de la psicología para predecir cómo suelen ojear los usuarios una pantalla cuando buscan algo. A partir de ahí, desarrolló un algoritmo de optimización que puede comprobar diferentes diseños de IU y el impacto probable sobre la experiencia del usuario a una velocidad de millones de unidades por segundo. Este enfoque se ha aplicado a diferentes necesidades de diseño y se ha combinado para crear una serie de herramientas que permiten crear bocetos y esquemas de página sin conocimientos especializados. Un ejemplo del sistema en funcionamiento es el diseño de estructuras de IU gráficas, como las empleadas para sitios web. La solución produce diversos diseños basándose en los objetivos de una correcta alineación, la ortogonalidad general y la ubicación preferente de los elementos. El sistema garantiza que los diseñadores reciban comentarios sobre el diseño en tiempo real, con opciones nuevas y diversas posibilidades de personalización.
Los orígenes de la empresa de nueva creación
El código ya está disponible para que los diseñadores lo prueben. El equipo tiene previsto poner en marcha una empresa de nueva creación al final del año para comercializar las herramientas de diseño. Teniendo en cuenta el alcance de los problemas de diseño de IU, que emplean unos conjuntos de datos de tamaño desorbitado incluso para algoritmos, el equipo aprovechará las ventajas del aprendizaje profundo. «Nos llevará mucho tiempo llegar al punto en que los ordenadores puedan diseñar IU realmente complejas, por ejemplo para aviones, fábricas o incluso redes sociales. Además de encontrar los modelos adecuados y unos algoritmos eficientes, se plantean otros desafíos relacionados con el lenguaje y la semántica. El diseño es cuestión de comunicación», comenta Oulasvirta.
Palabras clave
COMPUTED, interfaz de usuario, optimización combinatoria, interacción persona-ordenador, algoritmos, psicología, comportamiento, heurísticas, modelos, diseño