Unos robots humanoides podrían ayudar a reactivar la experiencia de compra en los centros comerciales
Últimamente ha habido mucho revuelo en torno a los «robots sociales» que al parecer interactúan con naturalidad con las personas según reglas programadas que se activan como respuesta a las señales conductuales humanas. Existen distintos escenarios en los que podrían incluso sustituir a los humanos como opciones más prácticas o más rentables, o en entornos peligrosos, por ejemplo. Un mercado potencial son los centros comerciales, en los que la novedad llamativa de los robots, combinada con una serie de funciones centradas en los clientes, podría aumentar la involucración de los clientes en este entorno tan competitivo. Con todo, muchos robots comerciales todavía están lejos de la verdadera interacción y, a menudo, son poco más que pretenciosas pantallas táctiles. El proyecto MuMMER, financiado con fondos europeos, ha diseñado un robot humanoide basado en la plataforma Pepper de SoftBank que es capaz de interactuar de forma autónoma y con naturalidad con el público. «Un problema de los actuales robots comerciales es que las personas esperan más de una conversación, pero como los sistemas no están configurados para ofrecerlo, a menudo se sienten decepcionadas. Cuando alguien se acerca al robot MuMMER, puede mantener una verdadera conversación», comenta Mary Ellen Foster de la Universidad de Glasgow, anfitriona y coordinadora del proyecto.
A la vanguardia de la interacción robot-humano
Para comprender las necesidades y los desafíos de múltiples partes interesadas, el equipo trabajó con clientes, gerencias de centros comerciales y propietarios de tiendas, los cuales codiseñaron el comportamiento del robot. Estas partes interesadas también ayudaron a evaluar su rendimiento. Y Foster explica: «Estas sesiones de diseño conjunto nos hicieron comprender que, si bien algunas de nuestras ideas iniciales eran interesantes, como tener un guardia de seguridad robótico, eran poco factibles para la plataforma de “hardware” que habíamos elegido. Quedó claro que una combinación de orientación y charla, que fuera compatible con “selfies”, era el modelo adecuado». Por consiguiente, el equipo se centró en desarrollar un mecanismo para que el robot siguiera e identificara los movimientos corporales de personas muy próximas, a fin de determinar si tenían intención de involucrarse o no y permitir que el robot respondiera adecuadamente. Además de ejecutar un sistema de chatbot social para facilitar la conversación, se diseñó el robot para que guiara a los clientes hasta diferentes ubicaciones del centro. En este caso, el equipo utilizó la «toma de perspectiva» para garantizar que, cuando el robot señalara o mencionara un punto de referencia, un modelo tridimensional del centro le permitiera dar indicaciones precisas.
Relaciones con los clientes
El sistema MuMMER se instaló junto al mostrador de información en el centro comercial Ideapark de Finlandia varias horas al día, durante catorce semanas. Para evaluar el éxito, el equipo del proyecto llevó a cabo una encuesta entre las principales partes interesadas, con lo que generó una gran cantidad de datos para futuros avances. Si bien el análisis de los resultados todavía está en curso, en términos generales, los encuestados manifestaron una opinión positiva sobre el robot, a pesar de algunos problemas técnicos lingüísticos y de visión artificial. «Si bien la versión definitiva tenía limitaciones técnicas, aunque terminó por hablar finés con fluidez, seguimos creyendo que este enfoque es la mejor opción a largo plazo para disponer de robots sociales funcionales en espacios públicos», señala Foster. El equipo de MuMMER combinó los conocimientos técnicos de distintas especialidades como detección audiovisual, procesamiento de señales sociales, gestión de interacciones, navegación y localización. Es más, el consorcio también contó con Ideapark y SoftBank Robotics Europe. Gran parte del código subyacente desarrollado por MuMMER está actualmente disponible como «software» de código abierto reutilizable para componentes robóticos. El sistema entero estaría disponible para colaboradores que trabajen con el equipo del proyecto y que traten de seguir estudiando la interacción robot-humano en espacios públicos. El análisis de la interacción a largo plazo debería concluir a finales de este año.
Palabras clave
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