Ver la gramática a través de los ojos de personas bilingües
Cuando se trata de aprender idiomas, no somos todos iguales. Algunos hablamos solo nuestro idioma oficial, pero estamos involucrados con los dialectos locales en casa. Por otro lado, otros han tenido que combinar varios idiomas en la primera infancia. Algunos se encontraron en una situación similar cuando se mudaron a otro país. Lo cierto es que el espectro de posibles combinaciones lingüísticas y los contextos que derivan de estas combinaciones podrían abrumar fácilmente a cualquiera. Este bilingüismo polifacético constituyó el aspecto fundamental del proyecto DIVA (Disentangling variation: A crosslinguistic investigation of bilingualism and non-standardization) de Marit Westergaard y Evelina Leivada. Juntas estudiaron diferentes combinaciones de griego y otros idiomas o dialectos para descubrir cómo estos afectan el desarrollo lingüístico y las respuestas gramaticales.
Su proyecto investiga el impacto del bilingüismo en el desarrollo lingüístico. ¿Qué brechas del conocimiento se propusieron cerrar y por qué era importante?
Westergaard: El proyecto DIVA estudió diferentes grupos de personas bilingües, entre los que se incluyeron hablantes de variedades no convencionales. El objetivo fue descubrir de qué manera la trayectoria de desarrollo —por ejemplo, personas expuesta a un segundo idioma en la edad adulta, personas que hablan dos o más idiomas desde su nacimiento, etc.— repercutirá en distintos dominios de la gramática. Terminamos analizando a más de quinientas personas en varios países europeos. Es extremadamente difícil llevar a cabo este tipo de pruebas transfronterizas a gran escala, especialmente cuando las comunidades lingüísticas disponibles incluyen hablantes de idiomas minoritarios o no convencionales. Leivada: Los conjuntos de datos son una novedad en sí mismos. Desde un punto de vista teórico, abordamos la brecha del conocimiento relacionada con la manera en la que las personas con diferentes trayectorias de desarrollo procesan las ilusiones gramaticales. Estas son oraciones gramaticalmente incorrectas pero que dan la impresión de ser correctas, por ejemplo: «Más personas han estado en París que yo». Así como las ilusiones ópticas, las ilusiones lingüísticas hacen creer a las personas que la oración está formada de manera correcta o provocan una respuesta equivocada. Por ejemplo, la ilusión de Moisés pregunta cuántos animales de cada especie colocó Moisés dentro del arca. La mayoría responde dos, porque fue engañada por la manera en la que está formulada la pregunta para no percibir que hace referencia a Moisés y no a Noé. Un aspecto del proyecto DIVA involucró una comparación entre personas con diferentes trayectorias de desarrollo para descubrir cómo logran identificar las ilusiones gramaticales. Nuestros resultados indican que las personas bilingües tienen mejor desempeño, pero también son más lentas. Esta prueba de un compromiso bilingüe nuevo nos ayuda a entender mejor las diferencias en el procesamiento lingüístico en diferentes poblaciones (monolingües y diferentes tipos de bilingües).
Usted mencionó que su proyecto tiene la fortaleza de los números, con más de quinientas personas evaluadas. ¿Qué más hace que su enfoque sea particularmente innovador?
Westergaard: La primera innovación de DIVA es su método comparativo. Abarca ambos dominios de la gramática y las trayectorias de desarrollo. En términos de metodología, la innovación fundamental se reduce a los grupos lingüísticos evaluados. El griego chipriota es un idioma que apenas ha sido estudiado y carece del nivel de un idioma oficial. La realidad lingüística de Chipre es diglósica: las personas hacen malabares con su variedad local de griego chipriota y el idioma oficial, el griego convencional. Hablan dos variedades del mismo idioma. Por varios factores, el perfil lingüístico de esta población no fue desarrollado de manera sistemática hasta hace poco tiempo. Al combinar esto con la evaluación de hablantes bilingües que combinan el griego convencional con noruego, sueco o danés, hemos creado de manera efectiva una novedosa red para la cooperación reforzada entre las comunidades lingüísticas en cinco países europeos (Chipre, Dinamarca, Grecia, Noruega y Suecia). Por último, el tema de las ilusiones gramaticales y el posible rendimiento diferencial de los bilingües para detectar la ilusión nunca había sido estudiado antes del proyecto DIVA.
Entonces, ustedes se enfocaron en Escandinavia, Chipre y Grecia. ¿Por qué realizaron esta elección?
Leivada: Evaluamos varios fenómenos gramaticales con la recolección de respuestas tanto en línea como fuera de línea. Un ejemplo giró en torno a las opiniones sobre lo bien o mal que sonaban las oraciones, y la rapidez con la que se formaban estas opiniones. Para que esto funcione, necesitábamos que el idioma a evaluar permaneciera estable para todos los participantes. Esto es así porque los fenómenos gramaticales se gramaticalizan de maneras diferentes en diferentes idiomas, y tales diferencias podrían afectar los tiempos de reacción. Se eligió al griego como idioma para evaluar por mi propia especialidad. Se eligió a Noruega como el país de acogida por dos razones: su creciente comunidad griega y el hecho de que es el hogar del grupo Language Acquisition, Variation & Attrition (LAVA) (en la actualidad AcqVA Aurora), dirigido por Westergaard. El objetivo del grupo es el estudio de la variación lingüística en diferentes entornos y ambientes, y fue un anfitrión excelente para DIVA.
Al recapitular, ¿cuáles dirían que son los descubrimientos más importantes del proyecto con respecto a las diferencias entre las mentes monolingües y las bilingües?
Westergaard: Sin dudas, la constatación de que se necesita un nuevo método que permita abordar el viejo debate sobre los efectos del bilingüismo en la cognición. Recientemente colaboramos con Jason Rothman y Jon Andoni Duñabeitia en la publicación de un plan de acción para la futura investigación sobre este tema.
¿Qué implicaciones a largo plazo esperan que tenga el proyecto?
Leivada: Esperamos que DIVA proporcione un argumento de peso a quienes demandan que la investigación se aleje de dicotomías estériles. Estas no consiguen abordar el bilingüismo como una experiencia de espectro.
¿Han realizado un seguimiento de los resultados del proyecto desde que finalizó? ¿De qué forma?
Leivada: La financiación del proyecto finalizó ¡pero nuestro trabajo en el tema no ha terminado! Seguimos trabajando en los resultados de DIVA, analizando los conjuntos de datos, planificando nuevos proyectos; y creemos que tendremos más resultados interesantes. Este es un beneficio importante de las Acciones Marie Skłodowska-Curie. Estas becas tienen como objetivo desarrollar nuevas habilidades de investigación bajo la supervisión de expertos altamente cualificados, todo esto al tiempo que se promueve la movilidad y se crean excelentes posibilidades de establecer redes de contactos. Estos proyectos fomentan lazos a largo plazo. Westergaard: Uno de nuestros planes para el futuro —también en el contexto del centro AcqVA Aurora, financiado recientemente— es continuar con la colaboración de varios laboratorios presentada en nuestro plan de acción para la investigación futura. Se centrará en el bilingüismo y su impacto en la neurocognición. Más concretamente, planteamos una colaboración de varios laboratorios que busque entender si ciertos contextos del bilingüismo ofrecen una mejor oportunidad para capturar los efectos cognitivos que otros.
Palabras clave
DIVA, bilingüe, desarrollo lingüístico, gramática, ilusiones gramaticales, LAVA