Respuesta a la demanda: Cómo recompensar a los usuarios por ahorrar energía y proteger el medio ambiente
Redoblando los esfuerzos por crear una red eléctrica más dinámica que sea más limpia, fiable y eficiente, los servicios públicos están aprovechando nuevas tecnologías y programas. Una solución energética popular es la respuesta a la demanda (RD). Por lo general, el uso de la RD se aplica en el sector industrial, en el que el uso de energía es elevado y el pico de la demanda energética conlleva un coste considerable para los servicios públicos y la propia red, pero está ganando fuerza en el sector residencial. Este tipo de programas brindan a los consumidores la oportunidad de desempeñar un papel fundamental en el funcionamiento de la red eléctrica reduciendo o cambiando su uso de la electricidad durante los períodos de punta como respuesta a tarifas temporales u otras formas de incentivos económicos. Según se señala en el sitio web del proyecto: «El proyecto RESPOND, financiado con fondos europeos, tiene por objetivo poner en marcha una solución interoperable de automatización, supervisión y control de la energía que ofrecerá una respuesta a la demanda a escala de unidad inmobiliaria, edificio y de distrito. Gracias al uso de una infraestructura inteligente de control de la energía, RESPOND podrá detectar oportunidades de ahorro de energía y adaptarse a las condiciones exteriores e interiores, y los niveles de confort en tiempo real a través del envío óptimo de energía teniendo en cuenta tanto la oferta como la demanda».
Beneficioso para todos
En un artículo de prensa en la publicación «Open Access Government», Rodrigo López, director adjunto de Gestión de Energía en la coordinadora del proyecto Feníe Energía, explica: «El auge de la RD se debe al hecho de que aporta beneficios para todos los actores: clientes, medio ambiente y servicios públicos». La RD permite que los servicios públicos y las empresas de gestión energética adapten los servicios de calefacción, refrigeración y otros servicios energéticos de sus clientes, según la demanda. Algunas de las ventajas de los programas de RD consisten en aliviar el estrés en la red eléctrica durante horas punta y fenómenos meteorológicos extremos, liberar electricidad durante cortes en centrales eléctricas o interrupciones del servicio, y ayudar a que la red se adapte a las fluctuaciones de la generación de energía eólica y solar. En el mismo artículo, López también explica que, para los clientes, participar en programas de RD «supone fundamentalmente una ventaja económica por la recompensa que obtienen de los servicios públicos por estar disponibles para (y, en los casos necesarios, realizar) las acciones necesarias». A lo que añade: «Estas acciones pueden clasificarse como automáticas o voluntarias en función de si se necesita la intervención del usuario. En la ejecución automática, se necesita montar en las instalaciones del cliente tanto “hardware” como “software” que permitan el control y funcionamiento remoto». Según López, algunos ejemplos de acciones de RD son el ajuste temporal de la temperatura del termostato o la regulación de las luces. Además, se refiere a «las acciones pasivas como el cambio de los hábitos de consumo, por ejemplo, cambiando la ejecución de determinadas tareas a períodos con precios bajos o menor carga de la red». El proyecto en curso RESPOND (RESPOND: integrated demand REsponse Solution towards energy POsitive NeighbourhooDs) está destinado a edificios con distintos tipos de residencias (alquiler y propiedad), densidades de población y sistemas de energía subyacentes en sitios piloto de Dinamarca, Irlanda y España. Estos incluyen edificios de apartamentos privados en Madrid, una comunidad de viviendas sociales en Aarhus y veinticuatro viviendas en las islas Aran, según se indica en el sitio web del proyecto. Para obtener más información, consulte: Sitio web del proyecto RESPOND
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