Energía popular generada por los consumidores
Investigadores europeos estudian soluciones más «inteligentes» para abastecer la demanda de electricidad y dar paso a cambios estructurales en la producción y el consumo de electricidad. Las empresas proveedoras de electricidad deben modificar los métodos vigentes de gestión de las redes para adaptarse al cambio rápido que se está produciendo hacia un sistema menos predecible y con un grado elevado de dispersión en la generación y la distribución. Un proyecto nuevo financiado con fondos europeos titulado DISCERN («Distributed Intelligence for Cost-Effective and Reliable Distribution Network Operation») se ha propuesto aprovechar tecnologías y métodos de última generación para evitar parte de la volatilidad esperada en la cadena de suministro energético. La demanda eléctrica aumenta en todo el planeta, pero su producción mediante la combustión de carbón y otros combustibles fósiles no resulta ni sostenible ni positiva para el medio ambiente. La alternativa pasa por el desarrollo de fuentes renovables como la eólica, la solar, la mareomotriz y la hidrotérmica. Del mismo modo, es necesario realizar una labor de difusión entre los consumidores, lograr una reducción del consumo y crear y emplear aparatos más eficientes desde el punto de vista del consumo. En Europa ya existen barrios enteros con tejados cubiertos por paneles solares fotovoltaicos que convierten la energía solar en electricidad para su consumo e incluso su venta. El excedente generado puede así devolverse a la red pública. Esta capacidad resulta positiva para el planeta y para la Unión Europea, que se ha planteado objetivos ambiciosos en cuanto a la energía sostenible y el cambio climático, pero no lo es tanto para las empresas eléctricas y los gestores de redes de distribución, que han de actualizarse para adaptarse a los cambios rápidos que se están produciendo. Ya existen sistemas de red «inteligente» en funcionamiento, pero el sector se complicará notablemente según se avance en el proceso de descentralización y se integre la cogeneración en la cadena de suministro. Ante este nuevo panorama será necesario dar con soluciones a los inconvenientes que generan por ejemplo las redes de bajo voltaje. DISCERN evaluará el nivel idóneo de «inteligencia» de la red de distribución y seleccionará opciones tecnológicas fiables y rentables que aporten mejoras a las redes de distribución europeas del futuro. El proyecto se suma a las distintas iniciativas dedicadas a la energía en Europa englobadas en los temas «Redes energéticas inteligentes» y «Generación de electricidad a partir de fuentes renovables». Los próximos tres años los dedicará al desarrollo de cinco proyectos de demostración a ejecutar por importantes gestores de redes de distribución de Europa. Dichas demostraciones incluirán soluciones tecnológicas a retos como la mayor eficiencia de los electrodomésticos y sensores mejorados para la lectura del consumo. En sus planes también se encuentra la creación de relaciones con otros proyectos sobre innovación en el ámbito de las redes eléctricas inteligentes de Europa a través de varios talleres destinados a sacar partido a sus resultados. El trabajo de DISCERN permitirá a los gestores de redes de distribución gestionar mejor sus redes hoy y prepararse ante los cambios que se produzcan al incluirse las energías renovables y la cogeneración en la cadena de suministro eléctrico. Para lograrlo, el proyecto ha creado un consorcio potente en el que participan varias gestores de redes de distribución, proveedores de tecnología, institutos científicos, universidades y una consultora tecnológica procedentes de Alemania, Suecia, España y Reino Unido.Para más información, consulte: Hoja informativa de DISCERN en CORDIS
Países
Alemania, España, Suecia, Reino Unido