La ropa de origen vegetal aporta un desarrollo sostenible a los Apeninos italianos
La industria de la confección representa hasta el 10 % del impacto ambiental de la Unión Europea. Las prácticas nocivas, como la agricultura intensiva, contribuyen a varios problemas socioambientales asociados con la mano de obra barata y el uso generalizado de productos químicos, insecticidas y otras sustancias que dañan la salud tanto de los humanos como del medio ambiente. En respuesta a esto, el proyecto financiado con fondos europeos ORTIKA ya ha puesto su granito de arena en la incipiente industria de la ropa sostenible. Ortika es una empresa emergente que produce ropa natural a partir de ortigas y arándanos cultivados de forma respetuosa con el medio ambiente. Los productos son 100 % biodegradables y completamente reciclables, además de evitar subproductos nocivos asociados a muchos textiles. «Ortika pretende revolucionar el sector de la moda sostenible mediante la introducción de elementos innovadores no solo en el producto final, sino también en toda la cadena de producción», declara Luisa Ciocci, de Essere Consulting y socia del proyecto ORTIKA.
Tejer el conocimiento local
«Ortika redescubre las tradiciones del territorio, al reinterpretarlas de una forma innovadora para actualizarlas», dice Ciocci. Las ortigas eran una elección ideal, fruto de la historia y de la tradición de la región montañosa. Antes de la llegada del algodón y las fibras sintéticas en los años cincuenta del siglo pasado, la fibra de ortiga se utilizaba en los Apeninos como un tejido para la confección de sacos de productos locales, debido a sus extraordinarias características de conservación. Estas fibras largas, suaves, uniformes y resistentes se vuelven aún más fuertes con el paso del tiempo. El tejido es muy transpirable y regula la temperatura. Además, la planta es un símbolo de la región. «La ortiga es una planta muy mal entendida y bastante desconocida, al igual que nuestro desconocido y poco apreciado territorio. Crece en grupos, nunca por separado, por lo que representa la colaboración y la transformación en algo positivo», explica Ciocci. Los arándanos también son una planta típica de la región, que ya tienen un gran valor económico como frutos. Ortika cree que las características de esta planta pueden incluso mejorar la resistencia y las propiedades termorreguladoras de la ropa a base de ortigas.
Ropa, ciencia y sociedad sostenibles
«Uno de los resultados más sorprendentes del proyecto es el descubrimiento de que puede utilizarse toda la planta (las hojas, los polifenoles y los colorantes), lo que abre la puerta a más oportunidades empresariales. Este descubrimiento fue posible gracias a la asociación de tres jóvenes científicos que han estudiado un sistema de extracción innovador que no desperdicia nada», señala Ciocci. «Pudimos identificar y reproducir una variedad local de ortiga silvestre que, gracias al método de extracción, garantiza un rendimiento del 35 % de la fibra, mientras que anteriormente el rendimiento era del 14 % como máximo», indica Ciocci. Además, el proyecto fortaleció los valores y vínculos de la comunidad. Al principio, para el equipo fue un reto encontrar suficientes propietarios de tierras agrícolas que quisieran participar, pero al involucrar a los agricultores en reuniones y sesiones de formación, muchos se sumaron a la iniciativa. Ahora, el proyecto dispone de treinta y seis hectáreas adicionales para cultivar los productos. «Lo que más nos enorgullece es haber sido capaces de crear toda una cadena de valores: reunir a diferentes personas, experiencias, empresas, intereses y necesidades, y conseguir que todos demuestren el valor de trabajar hacia un objetivo común», afirma Ciocci.
Palabras clave
ORTIKA, ropa, sostenible, ortiga, arándano, simbólico, región, montañas, sociedad